Capacidad operativa, precios al costo, proveedores directos y rebaja del IVA serían algunas cualidades a tener en cuenta a la hora del análisis. Desde la asociación de municipios afirman que idea aún no es socializada internamente pero la puerta está abierta para evaluar su factibilidad.
En atención a las negativas proyecciones económicas tras los impactos de la pandemia y la guerra en Ucrania crear supermercados populares siguiendo el modelo de las farmacias podría considerarse un alivio para los bolsillos de los chilenos más vulnerables.
En este contexto, consultamos al gerente de una cadena de supermercados, al presidente regional de la asociación de municipalidades y a un Consejero de la Sociedad Civil penquista sus posturas frente a la idea.
Es así como Álvaro Ortiz, alcalde de Concepción y presidente de la Asociación de Municipios del Biobío, señala que todo tipo de iniciativas que van en ayuda de la comunidad como en su momento fueron las farmacias populares “uno a lo menos, las va a analizar, va a ver la factibilidad de poder llevarla a cabo y que apuntan a aliviar el gasto y el bolsillo de muchas familias del país.
“Es algo que no hemos conversado al interior de la asociación de municipios aún, tenemos que socializarlo todavía con los municipios, ver si tenemos la capacidad operativa de instalar o proveernos de lo necesario para poder tener este supermercado popular y luego de eso poder contar con una respuesta”, afirma Ortiz.
La primera autoridad comunal agrega que por cierto, ideas e iniciativas como estas generan muchas expectativas en la comunidad pero “se deben analizar según la realidad también que tenemos los municipios para poder administrar”.
En esta línea, Mariano Alveal, quien se ha desempeñado como gerente de varios locales perteneciente a una cadena nacional de supermercados plantea que un supermercado popular debería contar entre sus principales características el “tener buenos precios, casi al costo, sólo con productos básicos, el 80/20 que le llamamos, que corresponde a lo que los clientes siempre llevan para su casa”.
Por su parte, Ramón López, vicepresidente del Sindicato de Suplementeros de Concepción y Consejero de la Sociedad Civil penquista. considera que un supermercado popular es interesante si los proveedores fueran directamente los productores y “evitamos los intermediarios que no le pagan al productor el valor que corresponde y llega al consumidor final el producto con un valor inflado”.
A la vez, el consejero estima que cómo la idea sería llegar a todos los sectores con menos recursos, “el impulso se le debería dar a los pequeños emprendedores apoyándolos con los recursos necesarios”.
Además, el vicepresidente del Sindicato de Suplementeros de Concepción, añade que “lo realmente innovador sería bajarle el IVA a los productos esenciales en estos locales considerando que estarían destinados a ir en ayuda de la comunidad y que sea pensado como una forma de evitar los monopolios que ejercen las grandes cadenas al comprar y vender”.