Economía y Negocios

Avanza proyecto de Ley que aumenta penas para los delitos económicos

Busca hacerse cargo de los graves casos de colusión y las bajas penas asociadas a los bullados ejemplos. Destaca la imposibilidad de seguir ejerciendo el cargo directivo de ser fiscalizado por la CMF.

Por: Javier Ochoa 27 de Febrero 2022
Fotografía: Archivo

Perfeccionar los tipos penales y dotar de mayores herramientas investigativas al Ministerio Público, son los principales objetivos de la moción que aumenta las penas de los delitos económicos y que fue aprobada en general por la Sala del Senado.

Ahora corresponde que el proyecto sea estudiada en particular para lo cual fue remitida a la Comisión de Constitución.

En lo fundamental, se plantea perfeccionarvlos los tipos penales y dotar de mayores herramientas investigativas al Ministerio Público para enfrentar de manera eficaz este tipo de delitos. Para ello se plantea enfocar la regulación en dos ámbitos: “en primer lugar, dando una respuesta enérgica ante los abusos económicos que lesionan el bien jurídico tutelado y donde las víctimas están indefensas; y en segundo lugar, eliminando espacios de impunidad y de inequidad en la persecución penal”, se detalla.

El proyecto incorpora, dentro de la escala de penas contempladas en el Código Penal respecto de simples delitos, la pena de “Inhabilitación especial temporal para desempeñarse como gerente, director, liquidador o administrador a cualquier título de una sociedad o entidad sometida a fiscalización de una Superintendencia o de la Comisión para el Mercado Financiero”.

Aumenta en un grado las penas aplicables a los delitos de corrupción entre particulares, en los casos que éstos tengan las características de especialmente graves.

Aumenta en un grado la pena privativa de libertad respecto de quien cometiere fraude en la gestión de patrimonio del Estado o fondos de pensiones.

También incorpora las figuras de agente encubierto y agente revelador, cuando se trate de la investigación de delitos respecto de los cuales se encuentra autorizada la aplicación de las técnicas especiales.

Y endurece las penas aplicables a las distintas categorías de delitos previstos en la Ley de Valores; incrementa las penas respecto de las personas que vulneraran el deber de reserva de la información que les proporcione la Comisión para el Mercado Financiero, respecto de las instituciones fiscalizadas por ésta y aumenta las penas aplicables a la violación del secreto bancario.

Para socio líder de Servicios Legales de EY, Pedro Lluch, sin duda esto significa un avance, aunque catalogó de “moderadas” las alzas de penas.

“El proyecto busca hacerse cargo de la sensación general de impunidad o ‘mano blanda’ de la población respecto de la comisión de delitos económicos de cuello y corbata. El mismo mensaje señala dentro de sus propósitos eliminar espacios de impunidad e inequidad en la persecución penal. Por consiguiente queda claro que su finalidad no es solo de técnica legislativa o doctrina penal, sino que también tiene un propósito político de dar respuesta a la inquietud de los chilenos que han visto cómo casos emblemáticos de colusión, corrupción y fraude muchas veces se han resuelto con sanciones leves o salidas alternativas que contempla la ley. En este sentido, es natural que se propongan aumentos generales, aunque moderados, de penas para delitos como corrupción, fraude en patrimonio estatal, información privilegiada, colusión y otros, como el no pago de cotizaciones previsionales descontadas a los trabajadores, lo cual también puede imposibilitar salidas alternativas en casos más graves”.

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