Economía y Negocios

Empresa chilena presenta bolsas para el comercio que se plantan

Empaques para almacenes, supermercados, ferias, tiendas de Retail y comercio electrónico se compostan en un 100% entre 90 y 180 días, transformándose en abono para la tierra.

Fotografía: Cedida

Vuelven las bolsas al comercio, pero esta vez son de maíz y compostables. La empresa chilena Ceroplas presenta esta alternativa a los empaques plásticos de un solo uso que gradualmente comenzaron a salir del mercado hace tres años, cuando entró en vigencia a Ley Chao Bolsas Plásticas.

Las nuevas bolsas son fabricadas con almidón de maíz, y su principal atributo es que una vez usadas pueden ser compostadas domiciliariamente para obtener humus y abono para fertilizar el jardín, cultivos y áreas verdes.

Asimismo, se pueden usar para separar la basura orgánica para ser tratada en una planta de compostaje, evitando que estos residuos vayan a un vertedero y eliminando la generación de gas metano, uno de los principales causantes del efecto invernadero y calentamiento global.

Economía circular

El almidón es el elemento clave del maíz, de donde se extrae el ácido poliláctico con el cual se produce la materia prima, la que tiene la propiedad de ser moldeable. Esta materia prima es importada en forma de pellet por Ceroplas (www.ceroplaschile.cl) para fabricar bolsas compostables en el país.

“Al entrar en vigencia la ley que elimina las bolsa plásticas exploramos distintas alternativas, y finalmente dimos con la solución de las bolsas fabricadas con almidón de maíz, una innovación creada hace diez años en Italia”, explica Lucas Cantergiani, Co-fundador & CEO de la empresa.

Las bolsas de maíz se biodegradan entre 90 y 180 días, según las condiciones de humedad, temperatura y microorganismos.

“Nos han hecho creer que las bolsas reutilizables que simulan género son ecológicas. Esto es un error, pues están fabricadas en un material llamado TNT que es plástico y demora 300 años en degradarse. Erradamente también se piensa que las bolsas de papel son 100% recicladas, pero se siguen talando árboles alcanzando el mayor pick de deforestación en toda la historia del planeta, uno de los factores más importantes del calentamiento global. Las bolsas de papel recicladas no tienen fibra y necesitan celulosa virgen en su fabricación”, compara Franco Cantergiani, gerente comercial de la empresa.

Ceroplas participa en proyectos con la Fundación Reforestemos y la empresa Armony Sustentable para compostar sus residuos en la fabricación de bolsas y donarlos a la comunidad para ir en mejora de áreas verdes.

“Hoy los suelos están muy empobrecidos, y con este proyecto buscamos recuperar los suelos a nivel nacional y reducir nuestros desechos orgánicos en los vertederos de basura, devolviendo nutrientes a la tierra. Las bolsas de maíz aportan a la economía circular”, explica Franco Cantergiani.

Estos empaques pueden resistir desde una carga de 10 kilos en el caso de bolsas para supermercado, almacenes o ferias, hasta 25 kilos en el caso de sacos industriales. Hay bolsas tipo camisetas, reutilizables con asas flexibles, para fruta a granel, sacos industriales y para despachos de comercio electrónico.

Están en tiendas de Retail, supermercados y especialmente en despachos de e-commerce, y son distinguibles por el usuario por su suave aroma a café tostado, producto de su proceso de fabricación.

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