México, Canadá y Unión Europea (UE) lideran junto con China y Estados Unidos. El de UE sería el más avanzado.
Tras la idea de analizar el total de los acuerdos comerciales vigentes, Asexma Biobío, Corma y ProChile destacan aquellos que más benefician a las pymes de la Región.
Es así como Alfredo Meneses, gerente general de Asexma Biobío, sostiene que de los diversos acuerdo que ha celebrado Chile, destaca tres. México por la cobertura a diversos productos no cobre que han beneficiado a una parte importante de las pymes.
El segundo lugar del ranking de Asexma, lo ocupa Canadá que es considerado como un mercado un poco más exigente y el tercer lugar, que es consensual entre Asexma Biobío y ProChile, es el acuerdo 2.0 con la Comunidad Económica Europea.
“El tercer acuerdo es lo que se denomina de última generación que no solo involucra materias comerciales sino que además vincula temas como el empleo, junto con aspecto sociales y medioambientales, que me parece, son el tipo de acuerdos que van a primar hoy en día” explica el gerente general de Asexma.
Para el ejecutivo se trata de un tipo de acuerdo que son mucho más integrales y reconocen que el modelo económico no solo debe girar en torno a lo comercial, sino que también atender externalidades como lo laboral y ambiental.
Sobre analizar la totalidad de los acuerdos, “me parece que no existe mayor claridad en torno al tema y creo que deshacer lo positivo no es aconsejable, por el contrario, se debe profundizar aquello en que sí Chile debe avanzar mucho más, por ejemplo, los acuerdos de última generación del comercio internacional” señala Meneses.
Fernando Illanes, gerente regional de Corma Biobío – Ñuble comenta que para las pymes es más cómodo exportar a los mercados de habla hispana, teniendo en cuenta que la barrera del idioma es más compleja para la pyme por que requiere personal más especializado.
Además, el gerente regional de Corma Biobío-Ñuble indica que en temas fitosanitarios, Corea del Sur no exige certificado SAG, y tampoco consideran el escarabajo de la corteza como insecto cuarentenario, permitiendo que puedan llegar insectos muertos sin problema, cosa que no ocurre en otros mercados.
Respecto de lo que se podría mejorar, Illanes dice que son regulaciones internas como el sistema de fiscalización del SAG que podría ser más rápido, también los pymes podrían optar a tener contratos con los puertos, y cuando se rechazan las cargas, lo ideal es que se puedan volver a presentar rápido de manera de no perder cupos en naves ni venta.
Osvaldo Marinao, director regional de ProChile en Biobío detalla que según un informe elaborado por la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), el 93% de las exportaciones realizadas el año 2018 por la Región del Biobío fueron embarques dirigidos a países con los cuales Chile tiene algún tratado de libre comercio vigente. En el caso de productos específicos, como la celulosa, el 91% se exporta a países con TLC, en el caso del vino el 95%, las cerezas frescas el 98%.
El director de ProChile expresa que para la Región los TLC más relevantes son los firmados con China, Estados Unidos y la Unión Europea.
“En el caso de Estados Unidos, desde que el TLC entró en vigor el año 2004 hasta 2018 las exportaciones chilenas crecieron de US$ 4.255 millones anuales a US$ 7.461 millones, es decir, un 4,3% de crecimiento promedio anual. En el caso de China entre 2006 y 2018 crecieron un 16,8% anual; hacia la Unión Europea entre 2003 y 2018 aumentaron un 4,7% anual”, afirma Marinao.
A la vez, enfatiza que es necesario considerar que para Chile la inserción económica internacional ha sido el componente más importante de su estrategia de crecimiento y desarrollo en las últimas décadas, lo que es especialmente relevante para la Región del Biobío.
“La apertura comercial lograda con esta red de tratados de libre comercio ha permitido superar las distancias con los principales centros de consumo, localizados en el hemisferio norte, ha reducido los costos de transporte, así como eliminado completamente o reducido en forma considerable los impuestos de importación que los países de destino aplican a nuestra oferta exportable”, concluye el director.