Economía y Negocios

Sernac alerta sobre diferencia de precios en alimentos de mascotas

En envases chicos pueden costar hasta tres veces más que en formatos grandes

Fotografía: Cedida

Un estudio del Sernac detectó que alimentos para mascotas pueden costar hasta tres veces más en formatos pequeños que grandes.

Además,  se detectó que el alimento de los gatos es más caro que el de los perros debido a que sus necesidades nutricionales de proteínas son más altas.

Efectivamente, con el objetivo de evaluar el comportamiento y las características del mercado de los alimentos para perros y gatos, el Sernac realizó un estudio que incluyó las principales marcas y productos que se comercializan en el país.

El informe consideró un levantamiento de información de los procedimientos y metodologías aplicadas por las empresas, análisis de los precios, información nutricional y rotulación de alimentos de perros y gatos, con el fin de que los consumidores puedan tomar mejores decisiones de consumo.

Este tipo de productos tiene gran relevancia para los consumidores, dado el rol que han adquirido las mascotas como miembros de la familia.

Investigaciones recientes indican que un 73% de las personas encuestadas declara tener por lo menos una mascota, con un promedio de 2 mascotas por hogar.

Según el estudio Euromonitor (2018), el gasto promedio mensual de una familia chilena en su mascota puede variar entre los $25.000 y $40.000, sólo considerando la alimentación.

De ahí la importancia de analizar aspectos básicos de estos productos como la rotulación e información nutricional.

Metodología

Para cumplir con los objetivos del estudio, el Sernac consideró todos los alimentos secos para mascotas (perros y gatos), comercializados en el país, incluyendo todas las marcas presentes en el mercado formal de la ciudad de Santiago.

Para ello, estableció una muestra de 205 productos correspondientes a 16 marcas de alimentos de mascotas secos, tanto nacionales como importados, de distintas líneas y variedades de productos.

A través de este estudio se abordaron tres dimensiones: precios; aspectos informativos (rotulado); y un análisis técnico-analítico (a partir de información respecto del perfil nutricional, metales pesados y oligoelementos, minerales, entre otros).

Precios

El estudio consideró los precios de los alimentos de perros y gatos de alimento seco, calculando su valor para 100 gramos (gr).

Si se considera el comportamiento del precio por especie, se observa que el alimento de los perros tiene un precio mínimo de $40/100 gr y un máximo $966/100 gr. En el caso del alimento de gato, el mínimo es de $88,7/100 g y precio máximo $1317,6/100 g.

El valor más alto de los alimentos de los gatos respecto de los perros se debe a que sus necesidades nutricionales de proteínas son más altas, ingrediente que justamente tiene un mayor valor que el resto de los incluidos en las formulaciones, exceptuando la grasa y fibra cruda, que también son relevantes en esta relación.

Es decir, en general, a mayor cantidad de proteínas, mayor valor del producto.

Precio según formato y especie

Para demostrar la diferencia de precio de 100 gr de alimento para mascotas, se establecieron dos formatos: pequeño y grande. Acorde a la muestra, para perros el formato “pequeño” se considera aquel producto que se vende en un paquete de 15 kilos o menos; mientras que en gatos es aquel que se vende en 3 kilos o inferior. El resto de los productos con formatos mayores a estos contenidos netos fueron considerados como “grandes”.

Tras el análisis, se puede concluir que 100 gr de alimento para gatos (considerando el precio promedio) en formato pequeño puede costar hasta 3,6 veces más que los de un formato grande. Para el caso del alimento para perros, 100 gr de formato pequeño, puede costar casi 3 veces más que los de un formato grande.

Además, a través de este estudio se puede concluir que los alimentos de gatos son “más caros” que los de perros, en ambos formatos. Esto se podría explicar por su contenido de proteínas, cuya necesidad nutricional es mayor en gatos.

Precio según especie y etapas más relevantes

Tras el análisis, se puede concluir también que en gatos los alimentos para adultos son “más caros” en promedio, que, para cachorros, probablemente debido a las diversas especificaciones que debe abarcar un alimento en la adultez (fortificación, enfermedades cardiacas, renales, hepáticas, alergias, entre otras).

En perros, los alimentos para cachorros son “más caros”, en promedio, que los de adultos, probablemente debido a que los cachorros necesitan más proteínas y grasas que los adultos.

Relación categoría comercial versus precio

En los alimentos de perros, en promedio, la categoría Súper Premium es la que presenta el mayor valor con $430,9 por cada 100 gr; le sigue la categoría Premium, con $260,6; y finalmente la categoría estándar, con $105,4.

En el caso de los alimentos para gatos, en promedio, la categoría Súper Premium es también la más cara con $800,5 por cada 100 gr; le sigue la categoría Premium con $655,1; y finalmente la categoría estándar, con $154,1.

Rotulado

Tras el análisis del SERNAC, se puede determinar que hubo un cumplimiento de casi un 100% respecto de aspectos de rotulado, es decir, las marcas cumplen con informar correctamente el nombre comercial, la categoría del tipo de alimentos, el tipo de animal al que debe suministrársele, el contenido neto, entre otros.

Por otro lado, existe un cumplimiento en alrededor de un 95% de la muestra respecto de criterios relacionados con la identificación del país de origen, nombre del importador o planta de producción, entre otros aspectos.

Finalmente, los criterios que presentan mayores brechas son condiciones de almacenamiento, precauciones y advertencias, y contener la frase “uso exclusivo en alimentación animal”, entre otros, con un 88% aproximado de ajuste.

“Premium” o “High Premium”

Un aspecto que llama la atención en el rotulado de los envases de los alimentos de mascotas son una serie de frases utilizadas por las marcas, tales como “Premium”, “High Premium” y similares.

En Chile, ni en otros países, existe una normativa que establezca parámetros técnicos respecto de este tipo de clasificaciones, por ende, sólo podemos entenderlo como una categoría estrictamente comercial. Esta situación genera una importante brecha para la industria y para los consumidores, al no existir un solo indicador para una misma categorización.

Por otro lado, el sólo hecho de hacer esta mención, genera expectativa a los consumidores de mayor calidad, que no necesariamente es así.

De hecho, si bien la categoría “Súper Premium” resultó la más cara tanto en gatos como en perros, es la “Premium” la que presentó, en promedio, el mayor porcentaje de proteínas.

En efecto, al analizar el contenido de proteína por categoría comercial, la categoría Premium es la que presenta el mayor contenido, en promedio, tanto en gatos como en perros.

Por ejemplo, en gatos, la categoría con más proteínas es Premium (37%); le sigue Súper Premium (33,5%); y estándar (29,5%).

En el caso de los alimentos para perros, la categoría con más proteínas es Premium (27,2%); le sigue Súper Premium (26,3%); y, en tercer lugar, Estándar (22,4%).

Si bien el contenido de proteínas en los alimentos, es un elemento importante, pareciera darse que el precio de la categoría comercial está altamente determinado por la cantidad de fibra y grasa.

Se puede intuir que la categoría Súper Premium tiene esta connotación por su alto contenido de grasa al igual que su valor, dado que en fibra por especie arrojó diferencias.

La proteína influiría en menor medida en el precio dentro de la clasificación de categoría comercial, en contraste a la fibra y la grasa.

Por último, se destaca que es posible encontrar alimentos clasificados como categoría premium, a distintos rangos de precios, que van desde precio económico hasta precio alto.

Mesa técnica

El estudio realizado por el Sernac permite concluir además que las actuales normativas disponibles a nivel nacional son insuficientes para abordar todos los aspectos y necesidades particulares de este tipo de productos.

La normativa actual sólo aborda las características generales de la composición de estos productos y sus límites. Tampoco existe referencia estandarizada para realizar la categorización comercial de forma objetiva.

Por ende, es necesario contar con una normativa más específica para animales de compañía, dada su masividad actual y condiciones particulares.

Por otro lado, ante los recientes acontecimientos y recall de alimentos para mascotas conocidos públicamente, se evidencia la necesidad de incorporar y actualizar la regulación nacional en aquellas materias que actualmente no están reguladas.

Es relevante que las empresas cuenten con un sistema de monitoreo permanente de los potenciales casos de riesgo informados por sus clientes y tomar rápidamente las medidas del caso, informando de inmediato a las autoridades competentes, a fin de mitigar sus efectos.

De ahí la importancia del trabajo que se encuentra realizando el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), en el marco del Comité de Alimentación Animal para la actualización de distintas resoluciones en torno a contaminantes y de aditivos.

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