La información recabada da cuenta que las perspectivas generales siguen apostando a que el 2021 será un mejor año que el 2020, más allá del efecto que el endurecimiento de las restricciones sanitarias ha tenido en el desempeño reciente de las empresas. Los antecedentes confirman la heterogeneidad de este impacto, destacando no solo la relevancia del sector al que pertenecen sino que también el tamaño de las empresas. La evolución reciente de la pandemia, y en menor medida el escenario político, ha aumentado la incertidumbre respecto de hace unos meses, llevando a la postergación o cancelación de parte de los planes de contratación e inversión de las empresas. Destaca la mayor importancia que están teniendo los problemas de abastecimiento de insumos para la producción y productos para la venta, los que están comenzando a presionar los precios y costos en un mayor número de sectores. El crédito está fluyendo, y quienes los han solicitado los han obtenido y los están pagando normalmente.
Mayoritariamente, las empresas siguen previendo que el 2021 será un mejor año que el 2020, aun cuando las actuales cuarentenas están teniendo efectos negativos en el desempeño de varios negocios.
Las percepciones de las empresas confirman que la actividad del 2021 será mejor que la del año pasado. En esto se conjugan varios factores. Por un lado, la mayoría de los consultados relata una partida de año bastante dinámica en términos de producción y ventas, lo que les permitió recuperar terreno respecto de las caídas del 2020. Por otro lado, gran parte espera una mejora paulatina de la actividad hacia la segunda mitad del año, coherente con el control de la pandemia.
De todas maneras, la mayor restrictividad de las medidas sanitarias a contar de mediados de marzo está afectando negativamente la actividad.