La situación es revelada por la Fecomtur, el Colegio de Contadores y emprendedores , quienes evalúan el nuevo sistema como muy lento y engorroso para la atención del público, en momentos que se requiere de velocidad.
Uno de los lineamientos de modernización por parte del Gobierno y las Pymes comerciantes era eliminar la clásica boleta de papel. Pues bien, en su reemplazo llegaría una emitida por un aparato electrónico, similar al sistema que se usa mediante tarjeta.
Para las autoridades la idea sonaba bien y al comercio también. Sin embargo, en la práctica se convirtió en un dolor de cabeza. Muchos locatarios hoy se quejan de que es un sistema muy lento y engorroso, por lo que no es exagerado decir que extrañan el antiguo formato.
“Está costando hacer el recambio. Lo otro es que una vez que empezamos a usarlo, nos dimos cuenta que se demora harto en emitir la boleta. Cuando no hay tanto cliente, no hay problemas. El asunto se complica los días donde tenemos alta demanda, porque somos un servicio esencial. Entonces se acumula fila. Tenemos que hacer que esperen y en estos tiempos de pandemia, a nadie le gusta. Lo bueno es que la gente entendió que no es problema nuestro, es el sistema”, contó la señora Margarita, dueña de un local de repuestos del sector forestal.
El presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de la Región del Biobío (Fecomtur), Andrés Ananías, lamentó la situación y a su juicio la implementación ha sido mal aplicada.
“No fue en consenso, no fue conversado”, opinó el representante.
En tanto, el Consejo Regional del Colegio de Contadores, enfatizó que la molestia bastante generalizada.
“Muchos contadores tuvimos que salir a explicar en plena pandemia como se tenía que hacer. Se trata de adultos mayores que tienen negocios para complementar rentas de jubilación y otros que se dedican 100% al rubro”, confirmó la presidenta, María Angélica Gutiérrez.
Por otro lado reveló que lejos de incentivar el uso de la boleta, se está generando un efecto contrario por estos días, lo que conllevaría a futuro en problemas de recaudación para el Servicio de Impuestos Internos.
“Lo que pasa es que varios usan la modalidad gratuita de emisión (…) ¿ y qué beneficio hay para nosotros? Ninguno, es sólo para el Estado, porque quizás van tener menos funcionarios, con información en línea. Se van a poder sacar estadísticas, quizás lo único bueno”, acotó Andrés Ananías.
Cabe recordar que esta implementación tenía otros plazos y que finalmente se postergó hasta el 1 de enero de 2021 para los facturadores electrónicos. “El nuevo plazo aplica también para informar separadamente el valor del IVA correspondiente a cada compra en las boletas”, comunicaron en su minuto desde el SII.
No obstante, se mantuvo la obligación para los no facturadores electrónicos a partir del 1 de marzo de 2021.
“No es que nos resistamos al cambio. Sólo que nos gustaría que fuera más rápido y amigable”, aclaró Margarita, mientras justamente emitía una boleta y un comprador esperaba impaciente.