El Senado aprobó en general y en particular el texto legal que fue catalogado como “innovador” y que garantiza además copagos para el tratamiento ante la Covid-19.
Son muchos los trabajadores que están volviendo al trabajo presencial, razón que explica el esfuerzo legislativo que busca promover un retorno laboral seguro y la protección de las y los trabajadores.
Se trata del proyecto de ley que dispone de medidas de protección para el retorno gradual y seguro del trabajo, en el marco de la crisis sanitaria derivada del brote del virus Covid-19 en el país y que recientemente fue aprobado por el Senado y despachado a la Cámara de Diputados y Diputadas.
Respecto a los trabajadores de riesgo existirán mecanismos de protección, entre otros: incentivar el trabajo a distancia o destinarlos a funciones sin contacto permanente con terceros.
Además. todas las empresas deberán confeccionar un protocolo de seguridad sanitaria y para aquellos que no lo tengan, las mutuales otorgarán un protocolo tipo.
También se exigirán normas mínimas que debe tener el protocolo de seguridad.
Las licencias por Covid-19 se pagarán desde el primer día y los empleadores deberán contratar un seguro para el copago en caso de hospitalización y recuperación por Covid-19.
Entre las sanciones a aquellos empleadores que no cumplan está, entre otras, el no poder retomar o continuar la actividad laboral de carácter presencial.
Durante el debate, el senador Juan Pablo Letelier, presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, destacó que “luego de conversar con la CPC y la Conapyme, aquellos trabajadores que pudiesen contagiarse, ser hospitalizados y requerir tratamiento para la recuperación, los empleadores deberán contratar un seguro para cubrir el copago, ya sea de Isapre o Fonasa y esto es algo innovador”, destacó.
Para el director de Clínica Jurídica y académico de la Facultad de Derecho de la USS, Ricardo Pérez de Arce, más allá del contenido mismo del proyecto, es positivo que se asuma la necesidad de regulación laboral más estable, disminuyendo todas las áreas de incertidumbre que se han producido por el rápido cambio de forma de trabajo que hubo en la primera mitad del año.
“Las materias de regulación más confusas suelen ser un campo de conflicto laboral que puede ser evitado con reglas claras”, apuntó.
También, dijo Pérez de Arce, parece ser importante que se regule la forma en que las empresas deben asumir su obligación general de cuidado, entendiendo que en una situación de emergencia se requiere de mucha colaboración entre trabajadores y empleadores, pero siempre es necesario que la gestión laboral no pierda de vista el principio de responsabilidad del empleador, que es el que tiene el deber de gestionar la empresa de forma segura.
“En este sentido, se establece el deber de establecer normas mínimas de seguridad de forma certificada y la contratación de un seguro de copago. De todas formas, la clave del funcionamiento de estas normas de resguardo estará en la fiscalización, que siempre es difícil de ejecutar, por lo que se requerirá también de mucha coordinación entre las empresas y la autoridad laboral.