Sector no soportaría esperar hasta la Fase 5 en Biobío. Envíos a domicilio ha sido un salvavidas para algunas representantes del rubro. Hay casos en que se contratan 200 universitarios por evento.
Banqueteras locales se alinean con propuesta de reactivar el sector en fase 3 y no en fase 5 como estaría establecido.
Hacerlo en fase 5, sostienen es “ponerle una lápida al rubro”, afectado primero por el 18-O y luego por ya casi 7 meses de pandemia.
Al respecto, Paola Pezzani, dueña de Banquetería Atelet resalta que hoy día es perfectamente posible realizar actividades con todos los resguardos sanitarios requeridos.
“Por ejemplo, me tocó organizar un matrimonio en Puerto Varas, donde se tomaron perfectamente bien todas las medidas, con distanciamiento social y una cantidad reducida de gente”.
También recalca lo vital que resulta ser responsables donde el rol de los invitados en este sentido es considerado fundamental, ya que deben conservar las medidas preventivas exigidas como no retirase las mascarillas o protectores faciales entre otros.
“Cuando se ingresó la gente al recinto se le tomó la temperatura, se les hizo firmar una declaración jurada sobre no haber estado en contacto con personas con Covid-19, ni haber tenido síntomas extraños antes”, detalla Pezzani.
Paola Pezzani, de Atelet.
En relación a poder adelantar la reactivación del rubro a Fase 3, indica que “por supuesto que sí, hay muchas fechas que celebrar y además hay que considerar el desgaste emocional que tiene todo esto de la Covid-19, que es una situación que viene por debajo y por ningún motivo creo que podamos aguantar hasta la Fase 5”.
La situación del rubro en la Región, dice es caótica, al igual que en el ámbito nacional donde las comunas con más problemas son las que están en cuarentena. “La reinvención no es mucho más que poder realizar algunas entregas de comidas a domicilio”, afirma.
Otro punto relevante para la banquetera es el efecto que ha tenido la caída de la actividad en los estudiantes universitarios quienes tenían la oportunidad de poder complementar el pago de sus estudios, y en algunos casos ser el único ingreso de sus familias, de hecho, habla de un mercado flotante en Concepción de unas 200 personas por evento.
Claudia Matus, dueña de Mi Jardín frutas, una innovación que mezcla lo saludable de las frutas y el chocolate, dice estar completamente de acuerdo con reactivar al sector banquetero en fase 3 y con todos los resguardos sanitarios disponibles que se consideran para los restoranes.
“Abrir en fase 5 para un banquetero es prácticamente ponernos una lápida donde el rubro banquetero, al igual que otros, está totalmente dañado”, enfatiza la dueña de “Mi jardín de frutas”.
También manifiesta que hay efectos negativos en toda la cadena productiva vinculada a la banquetería.
“Hay que pensar que muchos de aquellos que arrendaban vajillería, lozas o insumos propios de nuestro rubro tienes sus bodegas cerradas y sin trabajar, algo similar ocurre con los servicios de amplificación”, considera Matus.
En este sentido, resalta además la banquetera, para su actividad ha sido clave poder llevar sus arreglos frutales a domicilio, lo que ha sido para ella un verdadero salvavidas.
Edilia Stuardo, de Edilia Stuardo Eventos y comunicaciones, sostiene que está de acuerdo con regresar en “fase 3 hasta 50 personas con los resguardos requeridos y en fase 5 con 100 personas, pero el rubro igual requiere movimiento con responsabilidad”.
Del mismo modo, reconoce que “hemos estado reagendando matrimonios para el 2022, ya que es riesgoso hacerlo antes”.
Mi Jardín frutas, de la banquetera Claudia Matus.
Se trata de la apuesta de los hermanos Romanet y Rogelio Alegría, quienes desarrollan un negocio prestando servicios de cafetería y banquetería incluyendo a personas con discapacidad en un ámbito de respeto por la dignidad y resaltando las capacidades de las personas.
“Nuestro objetivo es eliminar la teoría de que la inclusión no genera rentabilidad en los negocios”, explica Rogelio, quien es profesor de Historia, además de emprendedor.
Lamentablemente, informa que desde marzo de este año su área de banquetería se encuentra en receso, pero “preparados para volver a trabajar apenas se pueda y con todos los resguardos sanitarios”, dice Romanet.