Melbourne, Umeå, Munich y Barcelona son las ciudades donde residen y trabajan Jorge, Catalina, Iván y Evelyn. Ellos contaron cómo se vive la pandemia en esas tierras. Una mayor cobertura social de la mano de una mayor carga impositiva es la constante que marca la diferencia respecto a Chile.
Melbourne, Umeå, Munich y Barcelona son las ciudades donde residen y trabajan Jorge, Catalina, Iván y Evelyn. Ellos contaron cómo se vive la pandemia en esas tierras. Una mayor cobertura social de la mano de una mayor carga impositiva es la constante que marca la diferencia respecto a Chile.
“Al principio, en marzo, cuando anunciaron el cierre del comercio, hubo harta lamentación por el tema desempleo, especialmente, ligado a la gastronomía que es muy fuerte comercialmente acá. Pero después, se dio el llamado efecto rebote, marcado por un fuerte optimismo. En Melbourne, se entiende que se vive en una isla. Acá se siente la energía de la clase obrera. El australiano tiene ese temple, a partir de su propia historia, y son muy ingeniosos a la hora de tirar para delante. Tienen un fuerte sentido del bien común. No hay restricciones de desplazamiento a partir de que el tema sanitario, de contagios, ha sido afortunadamente bajo. Bueno y, en mi caso, que trabajo en gastronomía, recibí del Estado, por los primeros tres meses, un aporte de $1.300.000 pesos chilenos. Acá es buena la cobertura social, pero hay que entender que es posible a partir de una mayor carga impositiva”.
“Acá ha sido muy distinto, respecto a lo ocurrido en Europa con la aparición de la Covid-19. En Suecia, las instituciones son bien independientes del tema político, por lo que siempre hubo claridad de que era algo desconocido y que duraría por largo tiempo, y que, por lo tanto, hay que aprender a convivir con el virus. Se han basado harto en la propia conciencia de sus ciudadanos. Quienes pueden trabajar desde casa lo han hecho y los menores de 16 años van al colegio, guarderías abiertas y todo bastante normal. Sí hay distanciamiento voluntario, han dejado de visitar a sus adultos mayores y está prohibido reuniones de más de 50 personas, por lo que no funcionan cines, ni discotecas ni nada de esa índole. Acá van como 3.600 fallecidos, la mayoría con enfermedad preexistente. El tema económico es preocupante, hay temor por posibles cierres de industrias como la Volvo y el Estado a inyectado millones de dólares a las empresas para impedir que se dispare el desempleo”.
“Llegué a Munich, Alemania, en abril del 2002. Me especialicé en cocina y como hace tres años atrás me hice independiente (freelance). Había trabajo por todas partes y pagaban lo que uno pedía, ¡sin ningún problema!… hasta el 14 de marzo de 2020, cuando empezó el declive de la gastronomía. Y estoy paralizado hasta el día de hoy. Anunciaron que en una semana más se reabre, pero con restricciones. Respecto al tema sanitario está cerrado el comercio no esencial. Se ha endurecido el control al salir y se aplican severas multas: 5.000 euros ($4.403.000) por no llevar puesta mascarilla, por ejemplo. Referente al estado y la ayuda social un perfecto 7. Después de una semana de decretada la cuarentena, el Estado empezó a repartir paquetes de ayuda monetaria a los sectores mas afectados, incluidos los independientes. En mi caso, seis millones de pesos chilenos para vivir tres meses”.
“Llevo 10 años viviendo acá y ya sumamos tres meses encerrados por la pandemia. De a poco se están abriendo tiendas y se ha segmentado los horarios de salida: niños en la mañana, deportistas entre 20:00 a 22:00, por ejemplo. Ayudas del Gobierno han habido de varios tipos, como la devolución de la renta para personas autónomas. Los comerciantes han recibido apoyo, aunque insuficiente, al parecer, porque hay protesta respecto a los montos. Yo tengo la suerte de tener un buen trabajo, sin disminución de mi sueldo. Pero tengo colegas que han sido cesados temporalmente y están recibiendo 900 euros ($792.684) mensuales, de 1.500 que recibían. También, hay ayuda para pagar alquileres ligados a hipotecas, todo esto hasta que se termine el estado de alarma que se fijó para el 7 de junio de este año. Ahora, se están abriendo las playas y algunos se han atrevido a visitarlas. Habrá que ver como irá evolucionando esto…”.
