Se ha atenuado el aumento debido al mayor ahorro y menor consumo. Un buen consejo para las personas es informarse bien sobre condiciones y flexibilidades laborales y bancarias.
En el primer trimestre de 2020 la deuda de los hogares subió 5,7% a 52% del PIB, pero disminuyó su ritmo de aumento frente a los últimos tres meses del año pasado cuando se incrementó en 6,6% a 50% del PIB, de acuerdo al Informe de Estabilidad Financiera dado a conocer este miércoles por el Banco Central de Chile (BCCh).
La razón del menor ritmo, estableció el BCCh, serían las medidas de confinamiento, lo que ha producido un menor consumo por parte de las personas.
Otras razones que estarían detrás del acotamiento del aumento de la deuda de hogares se relacionan con el mayor ahorro, que crece en tiempos de incertidumbre, y el mayor costo de los créditos producto del mayor riesgo subyacente.
Para el ingeniero Civil Industrial y magíster en Finanzas de la USS, Gonzalo Chávez, el mayor consejo de todos es conocer los derechos y facilidades que existen.
“Suena obvio, pero mucha gente no conoce sus derechos laborales ni la flexibilidad que están ofreciendo ciertas instituciones. Conocer si se pueden aplazar o renegociar contratos con bancos, refinanciar deuda, flexibilizar pagos de servicios. El estar en casa también ayuda a tener una perspectiva distinta en cuanto a cuáles son gastos realmente esenciales y cuáles no y esto puede llevar a ahorros significativos”, planteó el académico.
El abogado y Coordinador de la Red ExpertosenDeudas.cl, Benjamín Jordán, advirtió que al existir mayor desempleo y además muchos trabajadores que sin estar desempleados tendrán menores ingresos por la ley de protección al empleo, esto aumentará la necesidad de generar la llamada “Deuda Mala” que es deuda de largo plazo para consumo de bienes de corto plazo.
“Esto aumenta el stock de deuda de los hogares que en el último informe del Banco Central alcanza a un 74,9% lo que implica que las familias tienen las tres cuartas partes de sus ingresos comprometidos a pagar deudas. Y si pierden esos ingresos tendrán que acudir a líneas de crédito, avances, súper avances u otras formas de obtener liquidez que genera un endeudamiento no saludable y progresivo”. Cabe destacar que la llamada deuda “Deuda Mala” está cercana al 35% de la participación de la deuda en la actualidad. Además ha existido un aumento de un 12% desde febrero en el uso de tarjetas de crédito para obtener ingresos que ya no se cubren con la remuneración, sostiene Jordán.
– ¿Hay un riesgo de falta de liquidez de la banca?
-La banca está con excesivas garantías de liquidez en base a las medidas del gobierno, pero si existe un rol importante de la banca en el sobreendeudamiento. Algunos bancos han obtenido utilidades superiores al 20% antes de esta crisis, siendo que Chile es el país con los consumidores más sobreendeudados de toda América Latina según el FMI. Esto se debe a que la banca tiene excesivos beneficios como por ejemplo el artículo 31 N° 4 de la Ley de Impuesto a la Renta que les permite deducir como gasto los créditos incobrables, pero también la garantía estatal en las líneas.
En tanto, el director del Centro de Estudios Regionales, Renato Segura, reconoció que la situación económica actual es muy compleja y tendrá efectos muy adversos para el sector de la industria que no tenga la capacidad de adaptarse a las nuevas formas de interacción en los mercados.
“A nivel agregado, sin embargo, una vez más Chile asoma como la economía con mayor capacidad de recuperación de los efectos dañinos de la pandemia. Su estructura macroeconómica ha respondido bien. La política de flexibilidad del tipo de cambio sigue actuando como disipador de los shocks económicos. La línea de crédito de 23 mil millones de dólares solicitada por el Banco Central de Chile al FMI es una potente señal a los inversionistas en el mundo que Chile sigue siendo una economía confiable para materializar sus ideas de negocios”.
Para Segura, en este momento urgen medidas inteligentes que apunten a lograr un mejor pasar de la población frente a los daños que han sufrido o van a sufrir por la crisis sanitaria. Esta crisis va a pasar y la economía chilena se va a recuperar muy rápido, dijo. “Eso sí, desconocemos las características de la nueva normalidad. En este escenario, se requiere empresas flexibles y con capacidad de anticipar los cambios que se avecinan en los negocios”.
