Falta de liquidez por no poder abrir sus puertas es uno de los peores escenarios para una pequeña empresa, por eso la autoridad ya anunció suspensión de pagos obligatorios.
Un robusto plan económico por US$11.750 millones lanzó ayer el Gobierno para enfrentar la emergencia tildada de “transitoria” pero cuyas consecuencias pueden ser permanentes en las empresas y, por ende, en el empleo, que es lo que se quiere evitar o, al menos mitigar por parte de la autoridad.
Centrándonos específicamente en el mundo pyme, el gobierno anunció la suspensión de los pagos provisionales mensuales (PPM) del impuesto a la renta de empresas por los próximos 3 meses, postergación del pago del IVA de los próximos tres meses para todas las empresas con ventas menores a UF 350.000, postergación hasta julio de 2020 del pago de impuesto a la renta de las pymes, así como la postergación del pago de contribuciones para empresas con ventas inferiores a 350 mil UF y para personas con propiedades con avalúo fiscal inferior a $133 millones.
La gerente regional de Compite Región del Bío Bío, Javiera Aravena, dijo que en contexto de la crisis sanitaria, es fundamental que las empresas tomen medidas y decisiones que les permitan sobrellevar de mejor manera el impacto en sus negocios. Uno de los puntos más relevantes para conseguir esto es desarrollar y revisar flujos de cajas, herramienta que detalla los ingresos y egresos en un periodo de tiempo, permitiendo ver la liquidez de la empresa y tomar decisiones.
En primer lugar, se deben ver las ventas actuales y futuras, cuáles son las proyecciones existentes sobre el comportamiento de las ventas. Además, en el caso de que la empresa venda a crédito es necesario saber cuál es la situación de los clientes y si podrán cumplir con los pagos establecidos, si es posible cobrar las facturas y cheques en cartera.
La empresa también debe definir y ordenar sus pasivos y deudas, clasificar los montos entre proveedores, bancos u otros y en base a los ingresos generar un plan de pago. Priorizar aquellas deudas que no son modificables y las que sean modificables conversar inmediatamente para obtener mejores condiciones de pago.
Se debe además tener claridad sobre todos los gastos y costos de la empresa, revisar cuáles pueden ser minimizados o eliminados, reduciendo así la carga monetaria existente.
Otro punto importante es definir cómo podrá la empresa seguir operando en torno a la cuarentena y medidas planteadas para combatir esta enfermedad, punto frente al cual es importante desarrollar un análisis estratégico sobre cómo funciona la empresa y qué medidas se deben tomar para seguir operando, ya sea mediante venta por internet con despacho interno o externo, reuniones por videoconferencia, entre otras iniciativas.
Lo más importante en momentos como este es entender la importancia de trabajar estos aspectos, de tomar decisiones basadas en los números y conocimiento del negocio para generar planes de acción que puedan mitigar los efectos negativos de la situación actual.
Por otra parte, la directora de Postgrados y Desarrollo Profesional de la USS, Karin Bravo, reconoció que son las empresas más pequeñas las que se verán más perjudicadas, porque a diferencia del evento social de octubre de 2019, cuando las empresas podrían abrir sus locales en horarios acotados, en esta oportunidad, se trata de un cierre generalizado, lo que perjudicará enormemente las ventas de estas empresas, afectando sus resultados a fin de mes, porque gran parte de sus compromisos deben cumplirlos de igual manera.
“El desafío para estas empresas, dentro de lo que su rubro lo permita, es migrar hacia el comercio electrónico y delivery, de forma de minimizar el riesgo de atención a público directo”, aconsejó Bravo.