Pese a que las movilizaciones sociales han afectado al sector, la tradicional zona gastronómica penquista ha visto incrementado el flujo de clientes.
Con el fin del año 2019 y la llegada del verano, todo hacia suponer que en la Plaza Perú el flujo de gente consumiendo la variedad de productos que se comercializan en el sector disminuiría considerablemente.
Sin embargo, la situación, de acuerdo a lo expresado por los mismos locatarios, ha sido completamente diferente. La cantidad de clientes se ha mantenido e, incluso, ha aumentado, permitiendo que el balance del primer mes del año sea más que positivo para los restaurantes y locales gastronómicos.
Ricardo Espinoza, dueño del Sumo Sushi Bar, comentó que el verano ha sido favorable para todo el sector de la plaza, porque es un lugar agradable para que la gente salga a caminar o de paseo, dando paso a que la gente en el momento decida pasar a consumir a los negocios.
“Hemos tenido mucho movimiento, lo que es muy bueno para el sector gastronómico. El verano siempre ha sido favorable, porque las tardes y noches son más cálidas, e invitan a comer algo acompañado de algún trago, como la cerveza, por ejemplo”, explicó Espinoza.
Por su parte, desde el Bar Restaurant, detallaron que en su local la cantidad de personas que atienden diariamente no ha bajado.
“Nosotros apuntamos más a un público adulto que al estudiante universitario. Pese a que durante el verano las clases han continuado, el público que viene sigue siendo más ejecutivo o adulto. Por ello, la frecuencia sigue siendo la misma que en otras estaciones del año, como en primavera, por ejemplo”, indicaron desde la administración del local.
Algunos locatarios manifestaron que al momento del estallido social, temieron por que el sector de Plaza Perú podía verse afectado por las movilizaciones, pero la crisis sólo se ha acercado a los locales en algunos días muy puntuales.
“Sentimos que esta crisis podía afectar nuestro negocio en algún momento determinado, pero no fue así. Incluso, desde que empezó el movimiento hemos vendido más. Las consecuencias de las marchas no las hemos sentido”, señalaron garzones de la sandwichería Juana Gallo, quienes agregaron que a causa del movimiento las medidas que han tomado son cerrar más temprano o bajar las cortinas mientras pasan las marchas.
“Nuestro parámetro de ventas son entre 100 y 150 sandwiches. Sin embargo, este verano, durante los días jueves o viernes llegamos hasta los 180 pedidos diarios”, comentaron los garzones.
Los locales más grandes de la plaza atienden en promedio entre 80 o 200 personas diarias, revelaron los locatarios.
Y pese a todos los factores que pueden jugarles en contra, han sabido sobreponerse al efecto social o a la temporada de verano, donde muchos de los clientes salen de vacaciones.
Para atraer mucha más gente a los locales es clave contar con una carta atractiva y una buena terraza para las agradables tardes de verano. En ese sentido, la estación del año ha dado paso a un aumento de flujo de público constante.
“Nosotros nos preocupamos de los clientes. Tenemos una carta nueva que se demoró más de un año en finiquitarse. Además, los espacios de comedor y las dos terrazas con las que cuenta nuestro local son factores que influyen en la preferencia que nos da la gente”, precisó Nicolás Villarroel, jefe de local de La Cocina Restobar.
El local ubicado en calle Paicaví atiende a más de mil personas diarias, según comentaron desde el local. Situación que en verano llega a incrementar y que eso se ve reflejado en un considerable aumento de las ventas hasta en un 30%.
Los locatarios de Plaza Perú proyectaron que durante febrero el fenómeno debería disminuir, porque muchos penquistas salen de vacaciones. Sin embargo, creen que con todo lo que está aconteciendo a nivel social, mantendrán los positivos dividendos durante el segundo mes del año.