Economía y Negocios

Actores destacan nuevas oportunidades con la Agencia de Innovación

Fortalecer capacidades, estimular la actividad científica con propósito y colaboración precompetitiva, junto con enfoques más sistémicos, que agregarán valor en lo público y privado.

Por: Edgardo Mora 09 de Enero 2020
Fotografía: Raphael Sierra P. | Carolina Echagüe M.

Luego del lanzamiento de la nueva Agencia Nacional de Innovación y Desarrollo (Anid), realizada por el ministro de Ciencia y Tecnología, Andrés Couve, preguntamos a los actores regionales qué oportunidades podría generar este organismo para el ecosistema de innovación regional.

Hay que señalar que la nueva Agencia viene a reemplazar el trabajo que por más de 50 años desarrolló la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, Conicyt.

Claudio Maggi, director de Desarrollo e Innovación de la Universidad de Concepción, plantea que “el lanzamiento de la Agencia promete ser una buena noticia para el ecosistema nacional de innovación, pero para que esa promesa se concrete debe tener un correlato adecuado en términos de presupuesto y calidad de su oferta, es decir, una adecuada combinación de programas e incentivos que permitan fortalecer capacidades, estimular la actividad científica con propósito, la colaboración precompetitiva y el desarrollo en fases posteriores de tecnologías y emprendimientos que puedan conquistar mercados o bien beneficiar a la sociedad”.

Ecosistema Regional

En cuanto al ecosistema regional, indica que “parece importante que la nueva Agencia logre un buen balance entre programas pertinentes a escala nacional (como los tradicionales Fondecyt o Fondequip) con instrumentos que se hagan cargo de las especificidades y potencialidades territoriales. También me parece interesante que las Secretarías Ministeriales se hayan establecido a nivel de macrozonas, pues ellas reflejan de mejor manera las masas críticas geográficas que en materia científica y tecnológica existen en nuestro país”.

Del mismo modo, hace ver que “un desafío no menor que deberá abordar la naciente Anid es la apropiación social de la ciencia y la tecnología, que en el momento actual es un gran imperativo y deber de la comunidad científica”. En otras palabras, cómo se transfiere y divulga el conocimiento y los desarrollos tecnológicos de manera que las personas valoren y se estimulen las vocaciones y talentos científicos e innovadores entre los jóvenes”.

Estrategias comunes

Por su parte, Emma Chávez, diretora de Innovación de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, quien estuvo en la ceremonia de lanzamiento de la Agencia señala: “Anid, sucesora de Conicyt, basa su creación en la oportunidad de hacer un uso más eficiente de las capacidades humanas existentes bajo una orgánica que ordene procesos que permitan establecer estrategias comunes y transversales para el desarrollo de la Investigación y Desarrollo en Chile”.

Al mismo tiempo, expresa que “como oportunidad para el desarrollo creo que el establecer cinco ejes estratégicos, dentro de los cuales se considera la colaboración a través de la Investigación asociativa y la investigación aplicada e Innovación, permite el avance de la innovación de base científico-tecnológica y la transferencia de conocimiento y tecnología con gran valor para el desarrollo de las regiones. Se agregará valor al medio externo, sociedad e instituciones del ámbito público y privado”.

Soluciones de alto impacto

Pablo Catalán, director del Magíster en Innovación y Emprendimiento Tecnológico de la UdeC, sostiene que “la creación de Anid presenta diversos desafíos para Bío Bío. Debiésemos ser capaces de identificar cuáles son las principales preguntas concernientes a nuestro desarrollo y bienestar que necesitamos responder de manera de planificar y organizar nuestras capacidades científicas, tecnológicas e innovativas en miras a proveer soluciones de alto impacto a cada una de ellas”.

En este sentido, “Anid pudiese permitirnos trabajar no en función de diferenciaciones excesivamente excluyentes entre investigación básica, aplicada, tecnología e innovación, sino en base a visiones sistémicas”, concluye Catalán.

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