Pese a que se espera un mayor efecto en los próximos meses, cifras de informalidad observadas fueron en agosto-octubre de 28,4% y septiembre-noviembre de 28,2%.
De acuerdo al análisis de las últimas cifras de los indicadores laborales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el “18-O” aún no muestra efectos en la informalidad y empleos por cuenta propia regionales, según investigadores, economistas y académicos locales.
Renato Segura, investigador y director del Centro de Estudios de la Realidad Regional, Cerr, tras ser consultado acerca de si la crisis social provocaría aumentos de la informalidad y empleos por cuenta propia en Bío Bío, como se espera ocurra, por ejemplo, en la Región Metropolitana, tuvo respuestas en el sentido contrario.
“No, necesariamente. Inclusive puede disminuir, toda vez que los meses de fin de año son más propicios para sectores económicos como el comercio, uno de los más afectados con la crisis social y donde aumenta la demanda de empleos informales”, parte diciendo, en primer término, el investigador.
De hecho, respaldado por los datos regionales actualizados del INE, afirma que “el último trimestre, la informalidad disminuyó y ya se observa un cambio de tendencia respecto de lo que ha sucedido entre los trimestres agosto-octubre (28,4%) y septiembre-noviembre (28,2%), respecto de iguales períodos en años anteriores”. (Ver gráfico).
En cuanto a las conclusiones derivadas del análisis de las cifras regionales, Segura plantea que “la informalidad da cuenta de un mercado laboral poco desarrollado, lo que tiene impacto en la inequidad, toda vez que frente a tareas similares, los salarios brutos tienden a ser menores”.
Otro de los efectos que posee la informalidad laboral, según el director del Cerr, es “en la justicia social, debido a que los trabajadores están desprotegidos frente a contingencias negativas en el empleo; en la seguridad social; la salud ocupacional; y el efecto de las lagunas en el ahorro previsional”.
Contrario a lo que se podría esperar, “en Bío Bío, se ha observado una disminución del porcentaje de trabajadores informales y la cifra se mantiene por debajo del promedio país, lo que es una buena noticia. Sin embargo, el fenómeno de desindustrialización de la matriz productiva regional, da cuenta que, una parte de dicha disminución, se debe a una mayor precarización del mercado laboral, sin que ello signifique necesariamente una migración del empleo informal a empleos formales de mayor calidad”, afirma Segura.
Por su parte, Claudio Parés, economista y director del Departamento de Economía de la Facea en la Universidad de Concepción, sostiene: “en teoría, una crisis como la que estamos viviendo debería generar un aumento en la informalidad, gatillada por el cierre de empresas pequeñas y medianas, y el surgimiento de nuevas organizaciones que reemplazan las que, en su inicio, seguramente comienzan funcionando sin contabilidad (que es lo que determina a una empresa del sector informal) y sin previsión (que es lo que identifica a un trabajador informal). Sin embargo, esta crisis, en particular, ha puesto énfasis en el fin de este tipo de prácticas: cada vez es más importante formalizar negocios y contratos para evitar abusos”.
En cuanto a las cifras, señala que “aunque se ve un aumento, tanto en la tasa de ocupación informal como en la tasa de ocupación por cuenta propia, no parece ser muy distinto de lo que ocurría en esta misma época hace un año o dos, es decir, no me aventuraría a afirmar que el aumento de la informalidad es producto de la crisis social, puesto que podría explicarse simplemente por una cuestión estacional”.
Parés agrega que “no sabemos a qué se debía la tendencia a la baja, pero tampoco podemos decir que la informalidad actual sea demasiado grande. Puede ser que hayamos roto una tendencia positiva, pero tampoco es que retrocedimos demasiado”.
El economista de la UdeC apunta a otro aspecto relevante que tiene que ver, además, con que “tenemos poco tiempo midiendo informalidad”.
Gonzalo Chávez, ingeniero civil industrial, magíster en Finanzas y académico de Ingeniería Comercial Universidad San Sebastián, dice que “si hay mucha gente que se encuentra desempleada, intentará generar un ingreso transitorio a través de la informalidad o el autoempleo, para satisfacer la urgencia y la incertidumbre”.
El académico de la USS también indica que “dada la incertidumbre presente, es claro que la mayoría de los desempleados no tendrán grandes expectativas de encontrar trabajo pronto, por lo que se podría esperar un aumento del ítem de empleo informal y empleo por cuenta propia”.