Jugó 18 temporadas en la UdeC, donde fue campeón de Dimayor y 4 veces de la LNB. Además, alzó varias veces la Copa Chile, Supercopa, es el máximo triplero en la historia de la liga, anotador histórico y, sobre todo, un tipo sencillo que siempre se dio un tiempo para la gente. En la victoria y en la derrota. Así dijo adiós Evandro Arteaga, a sus 43 años.

El “22” de la UdeC -que alguna vez usó la 10- analizó primero la dolorosa derrota ante Osorno y expresó que “tuvimos un tercer y cuarto partido donde jugamos bastante bien y pensamos que en el quinto juego podríamos llevarnos un triunfo más.

Empezamos muy bien los primeros minutos, después vino un tiempo muerto por parte de Osorno donde cambiaron las cosas y nos hicieron una racha de 10-0. Ahí se complicó todo. No se dio, el deporte es así y ganó Osorno”.

Logró salir de una grave lesión y la única intervención quirúrgica de su carrera porque quería decir adiós en cancha. Así fue, lo tenía decidido hace rato, y expresó que “este fue mi último partido y siento mucha satisfacción. Independiente del resultado, porque uno siempre busca ganar, como ha sido toda mi carrera, pero sí es satisfacción por haberme comprometido con el deporte, haber hecho una carrera larga, buena, con muchos logros y siempre peleando lo más alto posible”.

Dentro de tantos logros, también repasa que “pude representar durante largo tiempo al país, de buena forma y estoy satisfecho por la carrera que hice. Siempre después de los partidos hay gente que se acerca, piden fotos, quieren conversar un ratito y uno siempre lo hace porque es bueno compartir con la gente que vive el deporte de buena forma”.

Al final del juego no pudo evitar las lágrimas, quebrarse. Un tipo inolvidable. Evandro contó que “en este último partido pienso en mi familia, en mis hijas, mi esposa, en mis padres. En mi familia”. Una leyenda penquista con todas sus letras.