El formador de Tomás Barrios consolida un proyecto que reúne a más de 30 competitivos jugadores. En el reciente Cosat de Concepción, sus pupilos destacaron con finales y semifinales, confirmando el nivel de su cantera.
El nombre de Gonzalo González es sinónimo de formación en el tenis chileno. Reconocido por haber impulsado la carrera de Tomás Barrios, hoy pieza de la Copa Davis y actual 133 del ranking ATP, el entrenador penquista dirige desde el Club Bellavista una academia que sigue generando talentos. El Campeonato Cosat Grado 3, disputado en el Club de Tenis de Concepción, fue la más reciente confirmación: varios de sus jugadores llegaron a instancias decisivas, reflejo del trabajo sistemático que se realiza en la capital del Biobío.
El caso más visible fue el de Augusto Barriga, que alcanzó la final en singles y dobles de la categoría Sub 16. “Augusto está en el segundo año 16 y recién este año tuvo un despegue. Llevaba un tiempo sin grandes resultados, pero en los últimos cinco o seis meses comenzó a destacarse. Ganó un G1 nacional, alcanzó dos finales internacionales y mejoró su ranking. Ahora necesitamos que pueda dar un salto de calidad en torneos ITF”, explicó González sobre su su pupilo que ya ocupa el octavo lugar del listado nacional.
El trabajo no se reduce a un solo nombre. Otro ejemplo es Cristóbal Vargas, quien avanzó a cuartos de final en el Cosat penquista y también alcanzó instancias decisivas en dobles junto a Barriga. “Es importante que no solo un jugador sobresalga. Cuando varios logran resultados, eso habla de un proceso sólido”, valoró el técnico.
La academia que dirige en Bellavista cuenta con un staff de nueve profesionales, entre ellos preparador físico, psicóloga deportiva y entrenadores con experiencia como Sebastián Villagra, Javier Cáceres y Felipe Alonso. “Tenemos unos 30 jugadores competitivos y otros 15 en el semillero, que son los que alimentarán el futuro. Bellavista nos entrega un entorno fantástico para trabajar con calidad”, destacó González.
Esa estructura busca ofrecer más que un entrenamiento técnico y una formación integral que ha permitido a la academia proyectar nombres al circuito. El propio González lo resume con claridad. “El camino de formar jugadores es largo, muy largo. Pero cuando se ven frutos como en este Cosat, con chicos en finales y semifinales, se confirma que vamos por la ruta correcta”, aseveró.
El espejo inevitable para su trabajo es Tomás Barrios, el jugador que bajo su tutela se instaló en el circuito profesional. “Yo creo que Tomás tiene el potencial de meterse entre los 100 mejores del mundo y mantenerse allí. El tenis y la cabeza los tiene, pero las lesiones le han impedido sostener la regularidad. Esa es su gran deuda pendiente”, reflexionó el entrenador.
Mirando hacia adelante, González también identifica proyecciones regionales como Matías Erices, activo en torneos ITF, aunque advierte la dificultad de repetir trayectorias de elite. “No es fácil. Para que aparezca un jugador de nivel ATP deben coincidir muchos factores. Aun así, nuestra misión es seguir formando y generando una base competitiva”, apuntó.