UdeC metió 4 al puntero y no le teme a los puestos de más arriba
Dejó ir tres oportunidades de acercarse a la cima, pero esta vez no. Sin su arquero titular y su goleador pasó por encima de San Marcos y se anotó una goleada que lo deja entre los mejores de la B.
Por primera vez no tenía a Campestrini liderando desde el arco ni al goleador Iam González arriba. ¿Se notó? Para nada. La UdeC realizó una de sus mejores presentaciones del año y apabulló a San Marcos para golearlo 4-1 en Collao. El Campanil iguala a los nortinos en 33 unidades y se mete de lleno en la parte alta de la Primera B.
Ante 1.345 espectadores, el local abrió la cuenta con un córner que Mateo Levato rescató de cabeza antes que saliera y una contorsión en el área permitió la arremetida goleadora de Benjamín Sáez, joven de 20 años de muy buen cometido en la banda derecha. Uno que se está ganando el puesto con buen nivel.
La UdeC no sacó el pie del acelerador y aumentó a los 18″ cuando un envío de Yerco Oyanedel -siempre criterioso en el pase largo- fue bajado por Salgado -ganando de vivo a Barrios- para dejársela servida a Luis Rojas, que no perdonó de derecha. Habían dicho en la semana que querían ser “protagonistas y no espectadores” de esta definición por el ascenso y se ve que la promesa fue tomada muy en serio.
Tuvo el tercero con cabezazo elevado por Harol Salgado y ya era un hecho que el equipo de la “Nona” entraba por todos lados e iba un cambio más arriba que su rival. Tres delanteros arriba, más dos talentosos desde atrás como Rojas y Fuentealba, pero que también fueron siempre a guerrear al piso. A eso se sumaba la llegada constante de Oyanedel por la banda creándole un puzzle sin solución a Cavalieri.
Había que cerrarlo para no sufrir y el anfitrión lo hizo con un cabezazo muy en solitario de Bastián Ubal, conectando un córner desde la izquierda. Hasta ahí, San Marcos prácticamente no había generado una sola llegada de gol, prueba de por qué esta UdeC luce la segunda valla menos batida del campeonato. Un mérito absolutamente colectivo.
Como sea, la visita se las arregló para descontar con una buena cesión de cabeza de Augusto Barrios para dejar cara a cara con Sanhueza a Marcos Camarda (81″), que empalmó de primera. Diego Plaza amenazó con un balón detenido apenas ancho, pero Barrios dejó a los nortinos con uno menos (91″) tras una fuerte entrada sobre Bryan Ogaz, una pieza silenciosa que siempre hace su pega sin errores.
Estaba todo bien, pero era día de fiesta y la UdeC puso guinda a la torta con una contra desde la izquierda de Sebastián Molina, que cedió rasante al área para Rodrigo Olivares (93″), quien giró sobre su defensa y fusiló a Temperini. Golazo de dos que salieron desde el banco para un equipo al que muchas veces le ha costado encontrar el gol y esta vez concretó cuatro frente a uno de los bravos.
Si algo faltaba para creer en lo que está haciendo la UdeC era una victoria así de clara contra uno de los candidatos. Sin algunos titulares importantes, con un juvenil siendo figura, con gente entrando bien desde el banco y todo un plantel remando para el mismo lado. Ahora tocará medir fuerzas contra Deportes Concepción y no será un partido más. Quedan solo 9 fechas y ya todo empieza a definirse por detalles. El Campanil toma la bandera sin miedo.