Estuvo tres fechas como sublíder de Primera División y, en vez de dar el salto, cayó en picada. Huachipato perdió 0-1 en el CAP con Ñublense, van 4 derrotas en línea y ahora está, incluso, fuera de los puestos de liguilla.

El técnico Jaime García señaló que “me deja una sensación amarga porque claro que antes me entregué completamente a Ñublense, pero ahora represento a Huachipato y estamos repitiendo los mismos errores de otros partidos y hay cosas que se me escapan de las manos. Errores de rebote, de segundo balón, que nos han costado caro”.

El gol de Pedro Sánchez (82″) no le cayó bien. Fue tras un mal despeje aéreo y un choque entre arquero y defensa. “Entiendo el malestar de la gente. Tengo el segundo equipo más joven de Chile, cuesta, nos estamos equivocando mucho. Siento que se ha ido mejorando pero nos ha faltado la chaucha pal peso. No me gusta jugar al pelotazo, respeto a quienes lo hacen, pero no estamos siendo efectivos. La gente no siempre te va a entender y todo pasa ahí por el resultado, yo tengo que ver cómo resolver lo que está pasando”.

Volviendo al único tanto del encuentro, apuntó que “ni siquiera es esa frustración de no jugar a nada, es cómo nos hacen los goles. Hay goles que no entiendo, son muy infantiles. Eso me tiene molesto. No nos pueden hacer un gol prácticamente no llegando. Me tiene preocupado porque era un partido controlado”.

Además, recibieron 13 goles en los últimos 4 juegos. García advirtió que “caímos en un bajón, cuesta y el responsable soy yo. Cuando aceleramos e intentamos tener profundidad nos ha costado en los últimos 15 metros. Cinco o seis veces llegamos con velocidad arriba y no tuvimos claridad. Ellos tienen más oficio, te van cortando el juego y eso nos enredó el partido. Era un encuentro donde ninguno se hacía mucho daño y llegan esos goles que, para mí, no tienen explicación. No sé, no tengo idea”.

La hinchada ha ido perdiendo la paciencia y el DT comentó que “el problema no es siempre el técnico, pero toda la puntería es para uno. Asumí un proyecto con jugadores jóvenes y desde un principio podía pasar esto. Hay que trabajarlo desde lo sicológico. Esto es ver bien las piezas y qué debemos arreglar. Trabajar con los más grandes, como Sepu, con Gazzolo. Los niños empiezan con sus inseguridades, pero mientras yo crea y sienta que se pueda seguiré trabajando, pero para seguir luchando hay que tener muchas más herramientas”.

¿Qué cambió del Huachipato que peleaba arriba en la tabla? “Ahora despejamos mal, no llegamos a la marca y hay que hacer un cambio de chip y ganar. Nos falta lo que teníamos al principio: hambre y concentración. Éramos un equipo que no daba por perdido un balón y nos comíamos la cancha. Ahora nos llegan muy fácil y en los últimos 15 minutos hay cosas que los chicos deben resolver en el minuto y se me escapan de las manos. Uno pasa así de técnico bueno a ser muy malo y es así. El fútbol es de momentos”.