Claudio Vargas aclaró cómo se gestó la concesión del club y detalló la forma en que la “Maquinita” se fue a pique.
Claudio Vargas fue presidente del Fernández Vial campeón del 2017 que devolvió el club al profesionalismo. Estuvo en la transformación del club a Sociedad Anónima y es voz autorizada para contar cómo fue y las razones que llevaron a la institución al actual desastre.
El ex directivo contó que “campeonamos con 20 mil hinchas alentando y teníamos dos opciones: transformarnos en SADP o concesionar. Como asamblea se decidió lo segundo. He visto que lanzan dardos a la Corporación actual, pero ninguno de los actuales estaba entonces. Yo presidía en ese momento y lo que se pensó era un Vial para los vialinos”.
El otrora timonel ferroviario señaló que “era por un periodo de 30 años y nadie podía adquirir más de un 5% de las acciones. Ahí estaba el freno. El grupo Estación Aurinegra, de Felipe Sáez, fue el único que se presentó como opción a esa asamblea y fue aprobado por la gente, pero a la brevedad empezaron los problemas económicos y se modificó este convenio en un acuerdo tomado en una reunión de ellos mismos con los accionistas”.
Ahí la idea primaria comenzó a distorsionarse. “Se eliminó lo del tope del 5% y Pedro Díaz fue el primer gran accionista con más del 20 % de las acciones. Ese 2018 se terminó muy mal y al año siguiente entra Ángelo Castiglione y un grupo que venía con solvencia económica y contaba con Christian Schmidlin, que era un muy buen elemento y mantenía todo más en orden. Renunció porque se empezó a escuchar a Felipe Sáez y como gerente fue quien tomaba las decisiones. Ahí se gastó mucho, de forma innecesaria y no se cumplió con el pago de muchas deudas. Además, Ángelo comenzó con problemas en sus negocios”.
Vargas relata que “se abrió la opción a Iribarne y Glickman, que llegaron acusando que no se les informó la deuda real. Ángelo me ha dicho que nunca le pagaron un peso. Ellos venían sin plata. Han tenido que pagar todo con boletas de garantía, dinero que tampoco salió de su bolsillo, son porcentajes de la ticketera. Armaron un equipo que nunca fue competitivo, trajeron un DT sin experiencia y nunca le dieron lo mínimo a los jugadores para rendir. Esa debía ser su pega”.
Sobre el futuro aurinegro indicó que “la SADP dice que quiere seguir, pero no puede por ley. Su único fin es en el fútbol profesional. Solo están haciendo interpretaciones. Hoy han surgido muchos grupos que quieren aportar y me parece fantástico, pero tenemos que unirnos y converger hacia la Corporación. No estamos para una guerra interna, ese es el camino”.