Joaquín Rojas tiene 18 años y tras pasos por Italia, Austria y Alemania, juega en el Petrzalka de Eslovaquia. Se le cerraron puertas en Chile, pero apuesta por seguir creciendo en un continente mucho más competitivo.
Dicen que no hay profeta en su tierra. Con sólo 18 años, Joaquín Rojas tiene la experiencia de un adulto e incluso de varios jugadores ya retirados. A su corta edad, suma pasos por cuatro países del fútbol europeo, después de ver como se le cerraban puertas en Chile.
Poco se sabe de un deportista que actualmente juega en el Petrzalka de Eslovaquia, con previos pasos por Italia, Alemania y Austria. El mediocampista creativo cuenta que “hasta el momento llevo 3 goles y 9 asistencias en 13 partidos. Para ser mitad de temporada en Europa, no está mal. Quiero que la estadística hable por sí sola y seguir escalando”.
Joaquín es oriundo de San Pedro de la Paz y sobre sus primeros años, expresa que “estuve durante un buen tiempo en Huachipato, fui pre cadete. Era sin compromiso, sólo por ir a entrenar. Ahí me llegó la oportunidad de ir a la Juventus, pero el club quiso que firmara un papel para amarrarme y preferí hacer el viaje por las mías. Esa oportunidad se dio por un campamento en el que participé en Santiago, donde uno de los mejores ganaría viajar a Italia y me tocó a mí. La experiencia allá fue enorme”.
Joaquín volvió a Chile y siguió compitiendo, siendo muy joven aún. “Estuve en la Academia de Patricio Almendra en Chiguayante, ahí fui a Argentina, Uruguay y después a Estados Unidos. Ahí empezó todo, porque me vio un scouting alemán. Allí, los mejores de ese torneo en USA, jugamos contra varios equipos de Alemania. Yo competí por el TSV 1860 y era el único sudamericano. Me ofrecieron quedarme a mí y un inglés que estaba en el Borussia Dortmund, pero no quise porque era muy chico, tenía mi colegio y a mi familia lejos todavía”.
De retorno otra vez en Chile, pero al rato nuevamente voló rumbo a Europa. “Ahí fui con la mentalidad de quedarme”, reconoce. Y agrega que “fui con el señor del scouting con varios otros chicos. Jugamos e hice un gol muy especial, que fue al Schalke 04. Ahí varios equipos se mostraron interesados en mí y me terminé yendo al Kaiserslautern (ex club de Miroslav Klose). Estuve un tiempo entrenando, pero no pude seguir porque la visa de turista dura 3 meses. El club me pasó abogados y gente para quedarme, pero la ley en Alemania es difícil y estricta. Esa oportunidad hubiese sido linda”.
Por lo anterior, otra vez vuelo de regreso a Chile, donde Huachipato fue nuevamente su casa. “Estuve un año en el club. Cerramos el vínculo a fines de 2022 porque no veía gran proyección y no quise seguir. Suele pasar que no te valoran a veces en los equipos. No era muy titular en Huachipato, pero ahora sí estoy en un lugar donde me valoran mucho. Europa está muy por sobre la liga chilena. El nivel es brutal, son todos muy buenos física y técnicamente. El sudamericano tiene más técnica, la ‘cachaña’ y bicicleta. En Europa todo eso se suple con estado físico y fuerza”, repasa.
Es volante creativo, aunque dice que también puede jugar por ambas orillas o de centrodelantero. ¿Qué hizo tras su salida del acero? “Me fui a Eslovaquia. Era Europa, donde quería llegar. No llegué a ningún club, fui al mundo, sin nada y sólo donde una prima. Un día, jugando a la pelota, me dijeron que fuese a probarme a un club. Llegué y con 17 años me integré al Petrzalka en la categoría Sub 19. Quedé al primer entrenamiento, me agregaron, me pasaron la ropa y todo. Acá es todo mejor, partiendo por la cultura y la tranquilidad. No tengo proyectado volver a Chile”, asegura.
Sabe, por último, que su nombre es desconocido en nuestro país, pero no pierde la esperanza de ser llamado alguna vez a la selección. “Me encantaría. Estoy abierto a la posibilidad. Estoy trabajando para que algún día me convoquen. Me asemejo al juego del ‘Mago’ Jorge Valdivia. No tengo vitrina como para dar a conocerme, pero sería un sueño”, cerró.
