Deportes

Aprendizaje y entusiasmo en Burdeos

Por: Diario Concepción 17 de Septiembre 2023
Fotografía: Cedida

Por estos días, en Francia se respira rugby. En un ambiente festivo, en que las sedes del Mundial dan cuenta del fervor que este deporte despierta en un país donde su selección es una de las favoritas para levantar por primera vez la copa, Chile cumplió este sábado su segundo e histórico partido, con una nueva derrota ahora a manos de Samoa.

El moderno Estadio Matmut Atlantique, casa del Girondis de Burdeos (segunda división del fútbol francés), se puso a tono para recibir a cerca de 40 mil espectadores. La mayoría chilenos, que anticiparon las fiestas patrias y se reunieron antes del juego a las orillas del Garona, a comer empanadas y darle el último aliento a los Cóndores.

Hablar de Burdeos no era algo nuevo para el hincha deportivo nacional: en Francia 98 albergó el recordado empate entre la Roja de fútbol con Italia: dos goles del Matador y el recordado arbitraje de Bouchardeau. Claro que no fue en el mismo estadio, pues en 2002 entró en reparaciones y ahora el Atlantique, al norte de la ciudad, es la apuesta de lujo para los espectáculos deportivos.

En el juego, los Cóndores querían mostrar una mejor cara que la del debut, pero los errores y faltas se volvieron a repetir. A pesar de ser locales en las tribunas, con un público que vibró con el himno y el ceremonial estilo haka de los Manu Samoa (Siva Tau), y que alcanzó a entusiasmarse con otro inicio encendido de los rojos, con try incluido que incluso les permitió ponerse en ventaja.

Las indisciplinas que habían costado caro ante Japón, regresaron en forma de penales en el primer tiempo. A pesar del resultado, que se fue abultando en el complemento, quedó la sensación de que los Cóndores nuevamente lo dieron todo. La gente en el estadio coincidía en que los partidos del Mundial incluso han sido mejores que las últimas presentaciones mostradas en casa, lo que agradeció con una ovación final.

Al final, etre tirones, calambres y selfies con las familias, se fue el segundo partido de los Cóndores en Francia, con la frente en alto y la certeza de que queda aprendizaje y el desafío de la masificación de un deporte capaz de representar al país en instancias cruciales.

Érico Soto Monsalve
Especial desde Burdeos

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