Deportes

Un sacrificado que ve correr el hándbol por sus venas

El alumno del Colegio Pinares y destacado jugador de Deportes Concepción, suma años y experiencia en una disciplina que es toda una tradición familiar. Con su padre Raúl como entrenador y líder, se ilusiona y va por objetivos grandes.

Por: Carlos Campos 29 de Mayo 2023
Fotografía: Cedida

Heredó una tradición familiar. Joaquín Umaña tiene 13 años y por su apellido no puede destacar en otro deporte que no sea el hándbol. Y no por imposición, sino que por talento puro. Sus hermanos mayores y sobre todo su padre, Raúl, suman largos años de práctica en la misma disciplina, una que a esta altura ya es parte de la casa. “Siempre veía a mi hermano y me gustaba lo que hacía. Un día pensé en probar y resultó. Empecé a entrenar hasta que terminé haciéndolo todos los días. A mi papá lo veía dirigiendo en los partidos y prácticas. Cuando algo me llamaba la atención le preguntaba. Nunca me obligó a meterme al hándbol, siempre fue abierto a que yo practicara el deporte que quisiera”, cuenta Joaquín.

Hoy cursa octavo básico en el Colegio Pinares, aunque compite a mayor nivel y suma roce en Deportes Concepción. “Como a los 11 años empecé a tomarme el handbol más en serio. Ahí decidí prepararme para lograr objetivos. Ahora estoy en proceso de selección. Ese objetivo me motivó”, cuenta. ¿Cuál? “Representar a Chile”, afirma, añadiendo que “este año mi categoría es sudamericana. A fines de noviembre competiré, por lo general se juega en Mendoza. Vengo 3 semanas al mes a entrenar. Ahora mismo que estamos hablando, voy camino al terminal para volver a Conce. Igual es duro el sacrificio. Entrenar no me complica, pero el viaje es agotador. En bus son 6 horas de ida y vuelta. No es muy agradable. Pero todo sea por cumplir el objetivo. Ganas sobran”.

Compatibilizar deporte y estudios no es sencillo para Joaquín, que tiene grandes aspiraciones. “A nivel universitario pretendo seguir jugando hándbol, viendo si la U donde pretendo entrar lo tiene. Quiero estudiar Medicina, sé que debo estudiar harto para eso. Como voy a entrenar a Santiago, a clases falto jueves y viernes. Cuando llego debo conseguirme la materia. Con las pruebas que debo, las voy acomodando los lunes, martes o miércoles. A veces tengo que dar dos o más pruebas por día para poder cumplir. Van bien las notas. Siempre es complicado cumplir por los viajes, pero hay que hacer esfuerzos. Con poco estudio, me va bien. pongo mucho de mi parte”, afirmó.

Y si Joaquín crece rodeado de hándbol, en gran parte es por el trabajo de su padre Raúl, destacado y experimentado entrenador, que justamente es su profesor en Deportes Concepción. ¿Cómo es tener de técnico al papá? “Realmente son dos mundos distintos. En la casa es tu papá, pero en la cancha es tu profe. Y hay que verlo de esa manera. Quizás en algunos momentos en la cancha él quisiera tener otro rol, pero no puede. A veces se siente algo depresión, pero tampoco tanta. Al final uno es un deportista más en la cancha. No voy a ser destacado por ser el hijo del profe. Mi familia siempre me ha apoyado el deporte y me han influenciado en buen sentido. Somos 5 hermanos, soy el cuarto. Los tres mayores (Camila, Diego y Francisca) también estuvieron en proceso de selección y mi hermano chico, Agustín, quiere ir por eso también. Salimos todos deportistas”, repasa Joaquín.

Con 13 años y una larga vida por delante, el alumno del Pinares y jugador de Deportes Concepción va por más. “El hándbol me ha dado muchas alegrías y esa es una motivación extra. He hecho hartos amigos en el club y Santiago también. Uno va formando relaciones. El aprendizaje ha sido enorme, he crecido bastante”, reflexiona y cierra.

Etiquetas