Jugadores realizando ejercicios con el audio de la hinchada, mensajes individuales al plantel y charlas grupales fueron algunos de los métodos utilizados. Eliot Brito, sicólogo deportivo lila, contó el trabajo realizado previo a la última “final”.
Por plantel y fútbol, Deportes Concepción demostró en la primera rueda que estaba para pelear muy alto. Sin embargo, los conocidos problemas entre el DT Óscar Del Solar y el plantel, terminaron por mermar la confianza de jugadores, lo que se tradujo en resultados muy malos.
El “León” iba en caída libre hasta la última fecha, donde el trabajo del sicólogo deportivo fue tan clave como el de las pelotas detenidas que el técnico Nicolás Fernández hizo hincapié en el grupo. Allí fue donde Eliot Brito cumplió un papel importante que el propio DT lila destacó tras el 2-1 sobre Rodelindo Román. “Cuando me tocó asumir, el grupo estaba falto de confianza. Fue difícil, el sicólogo deportivo hizo un gran trabajo, porque más allá de lo técnico-táctico, había que levantar a los muchachos mentalmente y convencerlos de que podían sacar adelante la situación”, dijo el técnico Fernández el domingo.
Eliot Brito es sicólogo deportivo, es oriundo de Chillán y tiene 39 años. Desde esta temporada se sumó a Deportes Concepción con el objetivo de trabajar tal área junto al plantel lila. De entrada, comentó que “estar peleando el descenso no era el objetivo, pero durante este año aprendí cosas que no están en los libros. Fue una gran experiencia con el grupo, donde desde Gabriel (Vargas) hasta el más joven todos remaron para el mismo lado”.
Trabajó toda la temporada con charlas grupales e individuales, pero lo hecho en las dos últimas semanas fue intenso. “Pensamos cómo impactar positivamente en los jugadores. Durante la semana, hicimos un ejercicio personal de técnicas de visualización, donde el jugador cerraba los ojos durante un par de minutos y se imaginaba jugadas donde lograba sentirse cómodo, con la sensación de éxito. En ese trabajo, se ponían audífonos con el sonido de la hinchada del Conce, con cantos y pifias. Sabíamos que el domingo llegaría mucha y eso había que usarlo a nuestro favor. Buscábamos que pudiesen retomar la confianza en lo buenos jugadores que eran”, reveló Eliot.
En la misma línea, agregó que “había jugadores que se sabían las canciones de memoria. Venir con malos resultados les generaba gran frustración y al cerebro le costaba generar cambios, pero ese ejercicio les devolvió confianza a muchos. Después del partido dijeron que les sirvió bastante, que fue fundamental porque llegaron predispuestos a oír a la gente. Sentíamos que las pifias muchas veces influían en el equipo, aunque este domingo los hinchas influyeron de manera muy favorable en el plantel, el apoyo se notó en todo momento”.
El sicólogo deportivo lila explicó otro detalle en el que trabajó sólo un par de minutos antes que el plantel saltara a jugar vs Rodelindo. “Llego siempre temprano al estadio, como 2 horas y media antes. Con la idea también de llegar a los jugadores, el periodista del club, Carlos Quezada, me pasó fotos de todos ellos, y en el camarín armé una cancha con ellos. A esas fotos les agregué un mensaje individual con los aspectos que conozco de cada uno. Eso fue orientado con un estímulo personal y motivacional”, contó Eliot. quien añadió que “después del partido, se me acercaron varios para decirme que el mensaje había sido justo el indicado por todo lo que hablamos en el año. El grupo entró a la cancha fortalecido, con seguridad y mucha confianza, entendiendo que los procesos se pueden cerrar bien”.
En toda la temporada, Deportes Concepción nunca logró revertir un marcador. Por lo mismo, el gol de Gerardo Navarrete al 29″ ante Rodelindo Román fue vital para lograr la permanencia. “Eso marcó mucho durante el torneo, ya que cada vez que el rival te hacía un gol, aparecían los fantasmas de que vas a perder de nuevo. Ahí había que gestionar las emociones, ya que si hay temor por un resultado, hay que jugar con temor, entendiendo que será una emoción momentánea que no estará durante todo el partido. Eso también genera ansiedad por querer revertir algunas situaciones. Ante Rodelindo el equipo nunca se vino abajo, incluso con el descuento sobre el final el grupo se mantuvo emocionalmente estable. Fue relevante la inteligencia emocional de como enfrentó el plantel el partido. Había que salir a jugar sin pensar en el descenso. Obvio que era difícil abstraerse, pero el enfoque tenía que ser salir a ganar como si fuese cualquier otro partido”, cerró Eliot.