Deportes

De paletear con los primos a ser la uno y capitana en UdeC

Pamela Espinoza es oriunda de Angol y viene de una familia de amantes del deporte. A los 10 años decidió tomar en serio el tenis de mesa y desde el 2012 a la fecha suma medallas y experiencia. Está a punto de titularse, pero no deja de lado su otra pasión.

Por: Paulo Inostroza 01 de Agosto 2022
Fotografía: Cedida

Podría estar lanzando al aro o raqueteando desde el fondo, pero en un momento de su vida decidió que lo suyo era el tenis de mesa. Claramente, no se equivocó. Pamela Espinoza tiene 22 años, está terminando Pedagogía en Educación Física en la UdeC y es una paleta bien reconocida a nivel regional. Son años de trabajo, sueños y logros. La “Pame” cuenta que “desde chica fui de practicar muchas disciplinas y como tenía cierta habilidad, buena motricidad, podía adaptarme a todas. Me gustaba mucho el básquetbol, también el tenis y después descubrí el tenis de mesa. Mi familia siempre fue muy deportista. Me lo pasaba en casa de mis abuelos y mi tío me hacía encestar en un canasto de ropa sucia, lo pasaba bien. A los 4 años ya me encantaba el deporte”.

¿Y cómo llegó a las mesas y las paletas donde terminaría destacando? “Fue de manera bien casual y ahí mucho tienen que ver mis primos. Uno de Conce tenía mesa, una era seleccionada y en Angol recuerdo que el 2010 jugué con un primo, muy bueno, y un día le gané, eso como que me motivó. Al día siguiente empecé a entrenar, otra vez me llevó mi tío”. Lo que partió como un pasatiempo se fue transformando en algo más y su nivel también fue creciendo. Pamela comenta que “hace poco cumplí 12 años entrenando en el Club de Tenis de Mesa de Angol, que representa a la Asociación de Malleco. Siempre recuerdo ese momento en que empecé a creer que podía ganar y el profesor Luis Vega me vio talento desde un inicio. Al primer entrenamiento vio mis golpes, cómo me movía y me dijo que podía llegar lejos. En este deporte el entrenador es fundamental porque es todo muy sicológico”.

Ahí también tuvo que ir aprendiendo y repasa que “como practiqué deportes siempre, desde pequeña, nunca he sido de enojarme ni molestarme mucho si algo no me sale. Nunca he tirado una paleta al suelo, pero siempre me hicieron entender que en el tenis de mesa tienes necesariamente que perder muchos puntos, aunque ganes. La clave es cómo lo llevas, no quedarte en el punto anterior, dar vuelta la página. Creo que lo mejor que tengo es eso, la tranquilidad y por eso he remontado hartas veces después de
estar abajo”.

Remachando alto

Actualmente es capitana de la selección UdeC y ha sido la número uno de la Araucanía desde el 2012 hasta el 2019, último año que se hizo el Regional en su categoría. También ha competido en los Nacionales Escolares, donde ha obtenido quinto lugar y también se subió al podio el 2014 cuando fue tercera en la serie mixta junto a Francisco Carrasco. “Con él nos coordinamos súper bien. Somos compañeros desde el kinder y creo que soy la única persona a la que le hace caso. Es de enojarse más, yo pongo la calma. Somos buen equipo”. También apuntó que “este es un deporte individual, pero se conoce mucha gente porque en las competencias ya nos ubicamos todos, somos bien amigos en el circuito. Por la pandemia no vi a muchos durante un tiempo y fue fome. El 2020 no entrené prácticamente nada y recién retomé el segundo semestre del 2021 porque en mi familia tuvimos problemas con el Covid y le tenemos harto respeto”.

¿Y cómo les ha ido con el equipo de la UdeC? Pamela indicó que “el 2018 llegó el profe Mauricio Bernales y ahora nos ha ido bien. Es de hacer los entrenamientos más divertidos y con su presencia mejoró mucho el ambiente. Ahí también hago buena dupla con Monserrat Muñoz, pero asumo que ahora me cuesta más llevar los tiempos. El último año de carrera es más pesado, estoy viendo dónde hacer la práctica y tuve algunas lesiones, pero siempre estoy jugando, es lo que me gusta”.

Y hasta se hace una hora por ahí para una pichanguita de básquetbol o un babyfútbol, porque cuando compite, aunque sea entre amigos, se siente en su salsa. Los primos ya no paletean tanto, ella sigue dándole fuerte, concentrada, del otro lado de la mesa. Metiendo miedo a sus rivales para después intercambiar sonrisas.

Uno de la Araucanía desde el 2012 hasta el 2019, último año que se hizo el Regional en su categoría. También ha competido en los Nacionales Escolares, donde ha obtenido quinto lugar y también se subió al podio el 2014 cuando fue tercera en la serie mixta junto a Francisco Carrasco. “Con él nos coordinamos súper bien. Somos compañeros desde el kinder y creo que soy la única persona a la que le hace caso. Es de enojarse más, yo pongo la calma. Somos buen equipo”. También apuntó que “este es un deporte individual, pero se conoce

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