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Emilia Castillo disfruta el vóleibol como un estilo de vida

Estudiante de diseño gráfico del Duoc UC pasó por varias disciplinas, hasta encontrar un deporte que llenó sus días. “Entrenar te abre puertas nuevas, viajes y amistades. A quien puedo se lo recomiendo”, aseguró.

Por: Carlos Campos 13 de Junio 2022
Fotografía: Cedida

Se apasiona al hablar del deporte, pero sobre todo del vóleibol. Con 22 años, Emilia Castillo estudia Diseño Gráfico en el Duoc UC, cumpliendo con la misma doble función de cientos o miles de estudiantes: se sacrifica a nivel académico y también hace lo propio dentro de la cancha.

“De vez en cuando hay días malos y el vóleibol me sube el ánimo. Me enamoré de este deporte. Pasé por muchos, pero este sin duda es el mío”, cuenta. Y fue así, ya que pasó por el remo y hándbol, entre otras disciplinas. “Mi primo es remero, estuve como dos meses en el Club Miramar. Es intenso, trabajas todo el cuerpo. Hice karate también, pero después me invadió la flojera. Era chica. Estando en la básica descubrí el voleibol y me encantó porque no es un deporte de contacto y eso ya lo hace diferente al resto, ya que por lo general en otras disciplinas hay muchos choque. En todo caso, a la vez, si o si debes saber trabajar en equipo. En el vóleibol no existen las individualidades. Igual, aunque a veces desde afuera se vea fácil, no lo es. Cuesta aprenderlo. Después de cuatro años logré dominar bien ciertas tácticas y aún hay cosas que me cuestan”, repasa.

En ese mismo ítem, Emilia añade que “a los 16 años me llegaba un pelotazo y terminaba con esguinces o moretones. A cada persona que puedo le recomiendo que haga deporte, son puertas nuevas, viajes, amistades y capacidades de tu cuerpo. En mi caso me di cuenta que era buena para el vóleibol porque tengo unos reflejos buenísimos. Hay que vivir el deporte para darse cuenta que realmente importa más que un carrete. Si me dan a elegir, mil veces prefiero ir a entrenar que a una fiesta, lo paso mejor”.

Emilia peleó para formar un taller en el colegio que se armó justo cuando egresó de cuarto medio. Hoy, compite por el Club CAV de Talcahuano y es la capitana de vóleibol del Duoc UC, un equipo diferente y con otras aspiraciones . “No es una selección en sí, sino que es un taller. Va gente a aprender y no tenemos mucho equipo, somos como tres quienes sabemos jugar. No somos competitivos, sino que recreativos. Ser capitana es una responsabilidad muy bonita, porque a veces al equipo se le bajan los ánimos, hay que estar aconsejando y todo. Es un rol importante y difícil porque me debo controlar a mi misma igual. Pero, por suerte, soy una persona súper alegre que se mantiene en constante movimiento para botar la hiperactividad”.

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