Una igualdad sin goles en su visita a Valparaíso logró el equipo auricielo, en el debut oficial de Miguel Ramírez en el banco. Los universitarios mostraron una actitud renovada aunque deben trabajar en cerrar las jugadas.
Es una ley no escrita. Ya sea porque quieren mostrarse ante el nuevo jefe o porque en teoría se parte todo de cero, pero cada vez que asume un entrenador, parece que el equipo se renueva, todos corren, todos aparecen.
No fue la excepción anoche en el Elías Figueroa de Valparaíso, donde la UdeC visitó a Wanderers, en duelo por la decimoquinta fecha de Primera B, y donde por momentos pareció otro equipo. Sobre todo en los primeros 25 minutos, donde se adueñó de las acciones en desmedro de unos caturros que no conseguían tomarle el pulso.
Claro, era el estreno oficial de Miguel Ramírez en la banca auricielo, y había que demostrarle que se era una alternativa para el repunte. Job Bogmis pudo convertirse en el ‘niño’ preferido, primero a los 23’ con un zurdazo de casi 30 metros que pegó en el travesaño, y a los 24’ con un cabezazo en el área, tras pase de Medel, que Hurtado mandó al córner.
Con los minutos, el local niveló las acciones, pero la UdeC nunca paró de correr. Las ganas están, ahora falta trabajar la otra parte, esa que se juega con la pelota. Pero este ya es un comienzo.