El balance preliminar de los daños provocados en el Estadio Ester Roa Rebolledo por las barras bravas de Colo Colo y Universidad Católica, durante el partido de Supercopa del fútbol chileno del domingo, fue avaluado en 9 millones de pesos.
Una cifra que podría aumentar, tal como manifestó el alcalde Concepción, Álvaro Ortiz, considerando que falta concluir la inspección total de las instalaciones afectadas, además de las butacas y puertas de acceso que fueron contabilizados en el reconocimiento inicial.
En este último ítem se debe considerar una estructura varias veces obviada cuando de espectáculos futbolísticos se trata, pero que resulta fundamental para uno de los deportes estratégicos de la Región del Biobío, como es el atletismo.
Se trata de la pista de recortán, cuya remodelación fue uno de los puntos más celebrados en la reconstrucción del recinto, luego de ser sometida a un completo retopping (proceso de recuperación de pavimento sintético con resinas de poliuretano), que derivó en su actual color azul.
Esta no escapó al vandalismo, resultando quemada en varios sectores producto de las bengalas encendidas por los barrabrava. Daños que según los entendidos, incluso podrían colocar en serio riesgo la realización de espectáculos atléticos en el corto plazo.
Mónica Fredes, presidenta de la Asociación Atlética del Biobío, hizo un crudo diagnóstico de los daños ocasionados al recortán.
“Sé que hay seguros comprometidos, pero la pista no la podrán arreglar. Las puertas se pueden reponer, las butacas también, pero para arreglar la pista sintética hay que hacer un retopping a todo. Es un daño inmenso de esta gente, lo mismo hicieron en Antofagasta, donde al final los atletas debieron ir a entrenar a otro lado”, aseguró.
La dirigenta fue más allá, señalando que, “ni competencias podremos hacer, si tuviéramos que realizar un evento internacional no podríamos con la pista en estas condiciones. Cuando íbamos a traer el panamericano, se nos pedía el estadio nuevo, el fotofinish con no más de un año, toda la implementación de primera. Y una pista perfecta, que ya no es el caso”.
A juicio de Fredes, se tendrá que hacer un esfuerzo mayor para poder recuperar la superficie. “Sé que se hará todo lo imposible por arreglarla, pero no es una cosa solo de querer, porque para arreglar la pista hay que cambiar todo el paño. Aparte de lavarla, limpiarla, quitar las manchas, las partes quemadas deberán quedar así nomás, hasta que se le haga un retopping. Pero esa pista ya no resiste más retopping, hay que cambiarla. El apoyo municipal lo tenemos, pero para sanearla hay que cambiarla casi entera, soluciones parches no existen”, sentenció.