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De nuestras aguas salió la nueva perla de la vela chilena

Por: Samuel Esparza 12 de Octubre 2021
Fotografía: Cedida

Su nombre saltó a la palestra el 2019 cuando, con apenas 11 años, se convertía en la integrante chilena más joven en el Sudamericano de Vela de Algarrobo, en la clase Optimist. Un par de años antes había ganado su primera regata en el campeonato regional disputado en la Laguna Grande de San Pedro de la Paz, el mismo lugar que la vio nacer a la disciplina náutica.

Una historia que según ella estaba escrita desde mucho antes, cuando con solo tres años aprendió a nadar y se enamoró del agua, que pasó a ser su hábitat favorito. Aquello, sumado a la experiencia de su padre como entusiasta navegante en su época escolar y universitaria, trazó un camino que hoy la tiene como uno de los más interesantes proyectos de la vela chilena.

No por nada en junio pasado se convirtió en la única representante nacional en el Campeonato Norteamericano de Optimist, que tuvo lugar en la Riviera Maya, donde se ubicó en el lugar 28° entre las damas.

La niña y el mar

El Optimist es una embarcación diseñada para que niños, entre nueve y 15 años, desarrollen habilidades y se proyecten en la navegación a vela. Un bote al que Camila ha sabido sacarle provecho al máximo, pese a que el inicio no fuera tan fácil, como ella misma reconoce.
“Empezamos a navegar en la laguna pero, cuando pasamos al mar, me dio un poco de susto y me eché un poquito para atrás. Al final, cuando dejé de lado el miedo al viento, a los lobos marinos y diversa fauna marina, me apasioné por la navegación, lo que no ha cambiado porque cada vez me gusta más”, asegura.

Fue a partir de 2016 que inició su fase de principiante en la plaza María Isabel, frente a la Tortuga, alternando sus prácticas en Laguna Grande. El 2017 comenzó a participar en los campeonatos regionales, y ya en 2018 alcanzó regularidad con fechas en el sur del país al mando de su primer entrenador, Cristián Durán, hoy radicado en España.

Aunque el cambio más relevante en su desarrollo técnico partió con su inclusión regular en los Grand Prix de Algarrobo, donde se concentra la flota más competitiva del país. Ahí no tardó en destacar en la serie principiante, desde donde saltó a la serie timoneles.

“Demoré un poco en salir a competir fuera de Biobío y me costó ese cambio porque el nivel nacional es alto. Como antes solo estaba acá en el sur, no podía ver el nivel del resto de navegantes, pero mi papá me dijo que debíamos salir de la Región, ir a competencias más grandes. Y cuando llegué a esas instancias estaba complicada porque vi un tremendo cambio. Pero me di cuenta que disfrutaba al medirme con otros deportistas y creo que eso me ayudó a acortar las distancias”, analiza.

El salto definitivo se produjo con su participación en la Semana Internacional de la Vela en Mar del Plata en 2019, donde navegó por primera vez a una numerosa flota y de alto nivel. El mismo año que clasificó al Sudamericano de Algarrobo y empezó a competir en los torneos argentinos (Mar del Plata, Metropolitano de Buenos Aires) y peruanos (Paracas).

Y aunque la pandemia y sus restricciones fueron un fuerte freno en su carrera deportiva en 2020 y mitad de 2021, igual que para la mayoría de los veleristas nacionales, Camila se las arregló para retomar su carrera con su participación en el campeonato norteamericano en Nayarit, México.

“Fue frustrante no poder hacer un deporte donde cada persona va alejado en su bote y en medio del mar, no le encontraba sentido a quedarme encerrada. Tenía muchas ganas de volver al mar, extrañaba la competencia, así que las primeras regatas fueron mis mejores momentos. Por eso feliz con ir a Puerto Vallarta, donde pese a no partir bien, mejoré al punto que hoy me siento más preparada, fue un tremendo aprendizaje”, manifestó.

En ese sentido, la velera del Club Optimist Talcahuano (COT), añadió que, “esto no hubiese sido posible sin el apoyo económico del proyecto Deportistas Destacados del Gore Biobío año 2020. Mi agradecimiento para ellos, para mi colegio Charles de Gaulle y mi familia, que siempre ha estado conmigo”.

Hoy, Camila se traza grandes planes para lo que queda de temporada, donde intentará sentar las bases para su meta a corto plazo: el Mundial de Turquía 2022. “En noviembre será el Nacional de Higuerillas, que es la primera fecha clasificatoria al Mundial de Turquía y al norteamericano de Bahamas 2022. Quiero recuperar mi nivel y hacerme fuerte para hacer un excelente sudamericano en Mar del Plata en diciembre, donde me gustaría quedar en la Flota de Oro. Si todo sale bien, podré estar en mi primer mundial”, sentenció.

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