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Wollermann se une a Ahrens como penquista con medalla olímpica

Por: Paulo Inostroza 05 de Septiembre 2021
Fotografía: Mauricio Palma | Comité Paralímpico Chile

Así de histórico. Lo de la chiguayantina Katherinne Wollermann en los Juegos Paralímpicos quedará en la historia del deporte penquista. A sus 29 años, recién cumplidos, logró el bronce en la prueba de kayak, distancia de 200 metros, superada solo por Alemania y Ucrania. Tres días antes había sido primera en su ronda clasificatoria y en la final se hizo gigante.

Para ella siempre fue un ahora o nada en Tokio. Sí, porque en Río 2016 había terminado cuarta, a un paso de la gloria, y sabía que esta vez tenía más experiencia, manejaba mejor la ansiedad y en la etapa preparatoria había alcanzado podios en los Mundiales de Hungría y Polonia. Era candidata a presea, pero otra cosa es estar ahí, en el lugar donde no todos repiten sus mejores marcas. Katherinne hizo 55 segundos con 921 centésimas.

Entró a la Teletón el 2012, luego de una negligencia médica que la dejó en silla de ruedas y siempre buscó el deporte como una instancia para superarse. En el centro de rehabilitación intentó con el atletismo, básquetbol y hasta natación, pero el canotaje fue lo que más le encantó, donde se sentía más cómoda.

Cuando llevaba solos tres meses entrenando en la Laguna San Pedro fue a un Sudamericano en Viña del Mar y terminó primera. A los 6 meses fue sexta en Alemania, cuando tenía solo 20 años y se dio cuenta que tenía todas las capacidades y estaba dispuesta a trabajar fuerte, había encontrado otra motivación.

Pese a la pandemia, en julio de 2020 recibió un permiso especial como deportista de Alto Rendimiento para retomar las prácticas, pensando en este gran desafío. Por entonces dijo a Diario Concepción “mi sueño era ir a unos Juegos y lo logré en Río, ahora mi objetivo es una medalla. No sé qué lugar, pero quiero estar en el podio”. Y lo hizo.

Así se suma a Marlene Ahrens, única medalla olímpica de la zona hasta al viernes, con su plata lanzando jabalina en Melbourne 1956. Pasaron 65 años y Katherinne se subió al podio Paralímpico. Ella es historia pura.

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