Huachipato jugó por arriba cuando no se podía por abajo y derrotó a la UC bajo un diluvio. El acero logró 7 de los últimos 9 puntos en juego.
No se podía jugar por abajo, tocar tres pases seguidos y muchas cosas más, pero en las pozas del CAP se vio un Huachipato inteligente y con mucha actitud. El equipo de Luvera lo ganó 2-1 con dos buenos envíos aéreos y ratifica su alza futbolística en las últimas fechas. Aún no sale del antepenúltimo puesto, pero suma 17 puntos y ya se acerca a Palestino, O’Higgins y todo ese grupito de más arriba.
Es difícil analizar sistemas de juego y estrategias cuando el campo de juego no permitía mucha fluidez. Hasta los errores son poco criticables. En el primer tiempo la pelota todavía rodaba más y Huachipato sigue sacando provecho al gran momento de Brayan Palmezano. El venezolano las quiere todas, encara incluso sobre los charcos y gestó los dos primeros tantos.
El primero, a los 17‘, ejecutando un tiro de esquina donde Benjamín Gazzolo se elevó sobre todos, su cabezazo fue contenido por “Zanahoria” Pérez y el zaguero estuvo atento para llegar al rebote y abrir la cuenta.
Seis minutos después aumentó Cris Martínez cerrando con muy buen cabezazo un centro de Córdova. Antes de eso, una serie de toques que partieron de los pies de Palmezano. Una jugada de otra cancha y de otra tarde.
Pero Católica es el campeón y, aunque no hacía pie, entendió que este partido se sacaba adelante a los empujones. Lo tuvo Valencia tras una serie de errores defensivos y lo igualó Valber Huerta cabeceando un córner. Luego “Cimbi” Cuevas, otra vez de gran partido, sacó un gol en la línea y casi al final lo falló increíblemente Clemente Montes tras eludir al portero Castellón. La pelota quedó chantada en el pasto, como toda la tarde.
“Pusimos más corazón y tuvimos más ganas”, señaló Palmezano. El acero ganó y merece salir de abajo. Salió el sol en plena tormenta.