El sampedrino, integrante del único bote chileno en el remo de los JJOO, cerró su actuación en el evento, con el segundo puesto en la Final C del dobles.
Con la frente en alto concluyó la participación del remero sampedrino, César Abaroa, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El deportista perteneciente al CDEInger e integrante del único bote chileno de la disciplina en el evento (junto al puertomontino, Eber Sanhueza) fue parte de la final C del par de remos Peso Ligero disputada durante la víspera en el canal de Sea Forest Waterway, de la capital japonesa.
La dupla nacional se ubicó en el segundo lugar con un tiempo de 6 minutos, 31 segundos y 97 centésimas, siendo superados solo por los portugueses Pedro Fraga y Afonso Costa, en lo que fue su mejor tiempo a lo largo del torneo. Con esto además, Abaroa y Sanhueza finalizaron en el lugar 14° de la clasificación general, en lo que fue su estreno olímpico.
El podio del doble peso ligero estuvo encabezado por los irlandeses Fintan McCarthy y Paul O’Donovan, quienes se quedaron con la medalla de oro, mientras que la plata fue para Alemania y el bronce para Italia.
Una dupla que promete
La carrera de César Abaroa y su compañero en Tokio 2020 comenzó con el quinto puesto en su serie clasificatoria, donde se anotaron un crono de 6 minutos, 53 segundos y 15 centésimas. Mismo lugar que posteriormente consiguieron en el Repechaje, esta vez con un tiempo de 6 minutos, 48 segundos y 22 centésimas, en una serie donde lograron clasificar sus pares de Ucrania, Canadá y Uruguay. Así fue como sacaron boletos para la Final C de la especialidad, competencia que repartió las posiciones 13 a 18 del certamen.
Una actuación que para el técnico del CDE Inger, Carlos Alarcón, se enmarca dentro de lo previsible considerando las condiciones climáticas que acompañaron la competencia, incluido un sifón en la jornada previa.
“Estaba seguro que se metían dentro de los 12, pero esto es así, más aún al nivel que están compitiendo, rivales de alto nivel y altísima jerarquía. Es complejo basarse en el crono, por el clima con harto viento. Creo que Uruguay era una buena referencia”, manifestó el entrenador.
En cuanto a los objetivos del propio deportista, previo a su participación comentaba sus planes de poder quedar entre los 10 mejores de la especialidad. Una meta que estuvo a un paso de poder completar, en un desempeño que por sobre todo permite albergar con esperanza los próximos pasos del sampedrino en el remo nacional tanto a corto y mediano plazo, considerando que se empina recién por sobre los 24 años.
Es así como parte de esta consolidada y joven generación que también integran figuras como los hermanos Melita, Antonia, Ignacio y Alfredo Abraham, el deportista se proyecta con fuerza de cara a los próximos Juegos Panamericanos de Santiago 2023 y, por supuesto, para la cita olímpica que sucederá a Tokio: París 2023.