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Juegos de la Pandemia y una Región que siempre está

Este viernes 23 de julio se inaugurará la XXXII edición de los Juegos Olímpicos. La cita más especial de la centuria, sin público y con el Coronavirus como invitado de piedra. Con todo, Biobío dirá presente con un reducido pero potente contingente.

Por: Samuel Esparza 19 de Julio 2021
Fotografía: Andrés Oreña

La tradición griega de la ekecheiria (o promesa de tregua olímpica), era el período en el que las guerras se suspendían temporalmente para que los atletas pudieran desplazarse hasta Olimpia a disputar los Juegos Olímpicos Antiguos. Esta sagrada práctica se extendía hasta días después de finalizadas las competencias, a fin de que los participantes regresaran en paz a sus ciudades.

La costumbre, que comenzó en el siglo VIII antes de Cristo, no tuvo la misma validez al resurgir el evento en 1896 dando inicio a los juegos modernos, y a una etapa en que se convirtieron en escenario de contiendas que se extendieron más allá de una pista o una cancha. Acciones de propaganda política y roces diplomáticos fueron la tónica, al punto que entre 1948 y 1992, Estados Unidos y la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Urss), vieron en las olimpiadas un terreno fértil para extender la Guerra Fría.

Y como no, las contiendas armadas también hicieron lo suyo obligando a la cancelación de los juegos de Berlín 1916 (debido a la Primera Guerra Mundial), lo mismo que Tokio/Helsinki 1940 y Londres 1944, a raíz de la Segunda Guerra Mundial.

En 1993, el Comité Olímpico Internacional (COI) rescató la tradición y exhortó a los países a observar la tregua olímpica, intentando restaurar los valores que regían el certamen hace miles de años en la idílica ciudad helena, y que tuvo por inicio una simple carrera de 192,28 metros que fue ganada por un modesto cocinero de nombre Corobeo, en el 776 antes de Cristo.

Sin embargo, ni siquiera este milenario recorrido pudo prever lo que acontecería en pleno siglo XXI, cuando una pandemia no tendría respeto ni por la ekecheiria ni menos por los postulados de un puñado de dirigentes. El Covid-19 irrumpió con tal fuerza en el mundo a inicios del año pasado que ya en marzo, Shinzo Abe, Primer Ministro de Japón, y Thomas Bach, presidente del COI, oficializaron el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en un año.

Y como no hay plazo que no se cumpla, solo días faltan para encender una vez más el pebetero olímpico. Este viernes 23 de julio se dará inicio a la cita más importante del deporte planetario, que se extenderá hasta el domingo 8 de agosto. Unos juegos especiales, que pondrán a prueba el verdadero espíritu de los poco más de 11 mil deportistas que dirán presente en un país donde las encuestas indican que hasta el 80% de la población está en contra de su realización, dada la situación actual de la pandemia.

Es así como justo el año en que habrá la cifra récord de 33 competiciones, con 339 eventos que transcurrirán en 42 sedes, no habrá público presente en las graderías, dado el aumento de casos de Coronavirus en el área metropolitana de Tokio.

Como es habitual, el fútbol partirá antes de la ceremonia inaugural, este miércoles 21, lo mismo que el béisbol y el softbol.

Team Chile histórico

Para este año, el Team Chile exhibirá la delegación más numerosa de la historia con 58 deportistas, cifra que iguala a la representación de Helsinki 1952, y superando los 42 deportistas que fueron a la última edición de Río 2016.

Además el Team Chile competirá en 24 deportes diferentes, cantidad inédita y que bate el récord de Londres 2012 (17).

Otro hito nacional es la presencia femenina, ya que 38 de los 58 deportistas son mujeres, situación nunca vivida en el país pues el máximo de mujeres chilenas en unos mismos juegos eran 17. Asimismo, será primera vez en un deporte colectivo con el fútbol femenino.

Conquista que destacó el presidente del Comité Olímpico de Chile, Miguel Ángel Mujica. “Estamos muy contentos, esta delegación es histórica en la cantidad de clasificados, de deportes y de presencia femenina. Aquí hay un trabajo de años donde ha participado el Coch, nuestras federaciones y el Estado, pero sobre todo hay una preparación y un esfuerzo sin igual de nuestros deportistas. Será un evento que los marcará de por vida”, dijo.

Biobío siempre está

Como viene siendo costumbre , la Región del Biobío tendrá presencia en Tokio 2020. Se trata de la canoísta, María José Mailliard, el remero, César Abaroa y la tenimesista, Paulina Vega (los tres en modalidad convencional), y Katherinne Wollermann, en la clase paralímpica.

Para ‘Cote’, será el debut absoluto en la cita de los cinco anillos, aunque ya tiene éxitos de sobra en el ámbito internacional. Baste señalar que en septiembre del año pasado pasó a la historia del canotaje en Chile, tras ser la primera exponente en colgarse un oro en un campeonato del mundo. Y en 2019, ya había marcado el hito de ser la primera chilena en clasificar a unos JJOO, y en dos pruebas: C1 200 metros y C2 500 metros, junto a Karen Roco.

En mayo tuvo un apronte de lujo para Tokio, con los oros del C1 5000 metros en las copas del mundo de Hungría y Rusia, además del bronce en el C2 500 metros en aguas rusas, resultados que la llenaron de confianza . “Nos motivó mucho para Tokio, eso es lo más importante, tanto en el bote individual como en el bote doble con Karen, donde el objetivo es quedar entre las ocho mejores del mundo. En individual, hay posibilidades de pelear una medalla, haremos lo imposible por pelear una de ellas”, manifestó.

El remero, César Abaroa (CDEInger), también hará su debut luego de clasificar en el Preolímpico de Río de Janeiro en el doble peso ligero, junto al puertomontino, Eber Sanhueza, con quien fue cuarto en el Mundial Sub-23 de 2018.

“ El nivel europeo es otro mundo, sin embargo tenemos el nivel y podemos estar en una semifinal olímpica que ya sería un gran resultado, podemos luchar por estar entre los 10 mejores y soñar con un diploma olímpico que sería lo máximo”, expresó el sampedrino.

Cuestión diferente a Paulina Vega, tenimesista que hará su segunda aparición olímpica tras participar, siendo una veinteañera, en Atenas 2004 junto a la histórica Berta Rodríguez, en el dobles damas. Hoy, la sampedrina es toda una consagrada y tiene objetivos mayores.

“Los Juegos son el sueño de cada deportista, llevaba hartos ciclos intentando volver, entrenando duro e hice un esfuerzo extra para lograrlo. De Atenas tengo recuerdos maravillosos, fue un año marcado por los tenistas, la más bonita experiencia deportiva de mi carrera y espero que ahora sea igual de grata, pero distinta. Esa vez sólo iba a jugar y disfrutar, ahora sueño avanzar una ronda”, aseguró.

Al final de la lista está Katherinne Wollermann. No porque sea menos que nadie, sino porque tendrá que esperar hasta el 24 de agosto para el inicio de los Juegos Paralímpicos, en su segunda experiencia luego de estar en Río 2016. Y aunque aun resta bastante, la chiguayantina tiene sus metas claras. “Para Tokio 2021, quiero estar en el podio. No diré un lugar ni nada, pero me gustaría ganar una medalla”. Así de clara, así de determinada.

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