Pese a que el primer tiempo fue absolutamente de la UdeC, Deportes Concepción marcó un golazo de tiro libre y supo aguantarlo para avanzar de ronda.
Es cierto que la UdeC entró a la cancha sin Altamirano, Riveros, Santos y González, entre otros tantos titulares. Pero también hay que entender que Deportes Concepción tiene un plantel corto y, ante la obligación de jugar con tres elementos Sub 21, también se veía algo despotenciado. Sí, todo pintaba para ver un duelo parejo, aunque el Campanil fue imponente en el primer tiempo y generó ocho ocasiones claras de gol. ¿Y por qué lo perdió? Los lilas se encontraron con un golazo de tiro libre y luego corrieron el doble, se ordenaron y pudieron cuidar el 1-0 para seguir avanzando en Copa Chile.
La UdeC marcaba diferencias desde el arranque, principalmente, por el criterio de Martín Cortés para distribuir el balón y un Antonio Ramírez que fue incontenible en toda la primera etapa. Fabián Neira desvió por poco dentro del área chica y Gonzalo Mosquera tuvo un cruce milagroso ante otro desborde del “Toño”.
Y en momentos de tormenta auricielo, apareció el Darío Melo que la gente espera. Primero para sacar un derechazo alto de Ramírez, que luego daría en el travesaño. Y en la siguiente, otra igual de buena para achicar una muy buena entrada de Juan Pablo Abarzúa.
Alan Fernández y Gonzalo Mosquera afirmaban una defensa que tenía mucho trabajo porque al “León” le costaba un mundo generar fútbol. Renato Ramos dispuso dos jugadores por cada banda para intentar llegar asociado, pero la pelota nunca fue por ahí y rara vez se vio una triangulación morada. El que más intentaba era el pequeño Ricardo González, que fue insistentemente golpeado y por eso el primer cambio del “Tiburón”.
Los lilas solo tuvieron una gran corrida de “Nacho” Sepúlveda, que llegó bien posicionado, pero sacó un zurdazo que salió muy ancho.
La segunda etapa fue otra cosa. La UdeC fue un poco menos agresiva y los de Ramos se encontraron con un lindo tiro libre por clara falta sobre Sepúlveda. Ejecutó Cristián Arrué, con una curva cortita al primer palo y la estirada de Mall no sirvió de nada. Golazo.
De ahí en más el ganador corrió el doble y se esmeró en no dejar jugar a la UdeC. Ramírez ya no entraba como quería y hubo que recurrir a un Lionel Altamirano que ganaba por potencia y generó tres situaciones de gol, incluyendo un cabezazo apenas alto. Fueron 8 minutos de tiempo agregado y fueron para el Campanil, pero no hubo caso. No marcó cuando debía y Concepción tuvo premio a su sacrificio en el segundo tiempo. Un grito que vale doble. Un desahogo grande.