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Rendimiento competitivo post confinamiento: ¿a la baja?

Entrenamientos en casa han sido la tónica durante la pandemia, pero, con varias disciplinas retornando ¿se verán afectadas las marcas? Expertos hablan.

Por: Samuel Esparza 27 de Julio 2020
Fotografía: qgXtcl1Q

Fue a inicios de este mes cuando Noah Lyles y Justin Gatlin rompieron la barrera de los 10 segundos en los 100 metros planos de la reunión de Montverde (Florida). Aunque con un viento favorable de 4 metros por segundo (el doble del límite permitido para la homologación de la marca), los velocistas estadounidenses sorprendieron con cronos de 9.93 y 9.99 segundos respectivamente, en lo que significó su regreso a la competencia después del confinamiento.

El certamen destacó, además, porque Kenny Bednarek consiguió su mejor marca personal en los 100 metros planos (10.14 segundos), mientras que otros como la estadounidense Sha’Carri Richardson (100 metros), el norteamericano Kenny Bednarek (200), la bahameña Shaunae Miller-Uibo (200) y 400) y el estadounidense Christian Taylor (salto triple), lograron las mejores marcas del año en sus respectivas pruebas.

Contrario a lo que pudiera pensarse, pareciera que el largo paréntesis resultó una inyección de fuerza y explosividad en el rendimiento de estos deportistas, que volvieron en una condición óptima a las pistas.

¿Casos excepcionales o una constante que se repetirá en el retorno progresivo del deporte post crisis sanitaria mundial? Los expertos tienen la palabra.

Retorno a la baja

Para Jorge Grosser, uno de los entrenadores de atletismo más respetados del país, la situación anterior es una isla dentro de la nueva normalidad que se avecina, donde las marcas debiesen verse afectadas por la irregularidad de los entrenamientos.

Es inentendible que en estas primeras carreras en Europa y Estados Unidos se hayan hecho estos registros. Yo lo tomaría con calma y pondría sobre la mesa el hecho de que no ha habido controles doping. Eso no se puede obviar en el análisis”, sostiene.

A juicio del profesional, las marcas decaerán en un comienzo como consecuencia de varios factores. “Mis dirigidos estuvieron entrenando y en los controles han respondido en un nivel aceptable, cerca de un 75 por ciento de sus posibilidades. Pero hay casos donde se ve un problema motivacional y de incertidumbre en los deportistas a causa de esta pandemia. Algunos estaban muy bien en marzo, siendo, incluso, campeones nacionales, pero el coronavirus los paró y perdieron el envión”, expresa.

Y agrega, “si entrenan mal en sus casas, físicamente se resiente la parte mecánica. Los corredores de medio fondo necesitan correr, han hecho todo tipo de trabajo, bicicleta estática y quizás mejoren la fuerza, pero otra cosa es correr. Por mucho que entrenen, si están mucho tiempo sin correr, se pierde el feeling, la calidad que necesitan en la carrera misma”.

El reconocido entrenador de atletismo de Los Ángeles, Raúl Guarda, complementa lo anterior señalando que el tipo de entrenamiento que los deportistas hicieron en el hogar en ningún caso reemplaza al que realizan en condiciones normales.

“Han estado haciendo el periodo preparatorio general que es la primera parte del macro ciclo y que generalmente dura hasta dos meses, en cambio ahora llevan cuatro”, analiza.

“Pero como no han tenido pista, no ha sido de gran calidad, porque no pudieron trabajar el ritmo. Hay trabajos donde corren, por ejemplo, 10 mil metros continuos, otros donde se corren partes lentas y partes rápidas, y otros trabajos donde se hacen repeticiones”, agrega.

Al respecto, Guarda explica que el físico se ve seriamente afectado por no tener un buen trabajo. “Cuando se para y se deja de entrenar, el tono de los músculos y los tendones disminuye, lo que provoca que si el deportista vuelve con mucho ímpetu, se lesione. Se vio cuando se retomó el fútbol europeo, ocasión en la que hubo muchas lesiones musculares porque los tipos entrenaban en casas, pero no es lo mismo”, manifiesta.

El arte de entrenar bien

Mauro Henríquez, experto en natación y ciclismo, pone énfasis en la diferencia que implica hacer un trabajo en casa versus el que se ejecuta en el hábitat regular.

La parte fisiológica es esencial, hay teóricos que dicen que tú dejas de entrenar y empiezas a desentrenarte de inmediato. Un organismo que está a un alto nivel, deja de entrenarse correctamente y pierde la curva de fatiga, por lo que, posteriormente, debe buscar la sobre compensación para volver a colocar estímulos. Pero como los chicos a este nivel no tienen la maquinaria ni los laboratorios fisiológicos ni bioquímicos para confirmar la recuperación de las distintas partes del cuerpo, están poniendo las cargas de trabajo según la literatura o como dicen los demás. Por eso digo que el entrenar es un arte donde el profesor casi olfatea cuando su deportista está recuperado”, afirma.

De ahí que para Henríquez, las marcas caigan en su nivel en el reinicio competitivo. “Por lógica será así, además que el sistema de la voluntad influye casi más que el entrenamiento, el rendimiento tiene una parte evolutiva en la que nadie profundiza y es fundamental”, expresa.

Este último punto es analizado por el formador de las máximas figuras de la halterofilia regional, Daniel Camousseigt, quien asegura que este aspecto fue duramente afectado por la falta de competencias.

“A los deportistas les afecta la motivación de la competencia cercana, cuando no está esa tensión que genera saber que viene una competencia hay una predisposición anímica muy particular. Tener una fecha ya determinada para competir hace que los estados fisiológicos se condicionen para tener un mejor rendimiento”, asevera.

En cuanto al componente psicológico, Guarda aporta su visión. “El cansancio mental que los atletas pueden estar sintiendo en este periodo, también puede conspirar en que las marcas sean de menor cuantía en el regreso. Igualmente, está el tema que como entrenan menos volumen y menos veces por día empiezan a subir de peso. Porque está la ansiedad que se suple fumando o bebiendo, pero ellos lo que hacen al estar en casa es comer”, declara.

Daniel Camousseigt reconoce que el lugar e intensidad del entrenamiento, condiciona el rendimiento. Otro factor para creer que las marcas no serán las mejores en el retorno.

“Indudablemente sacarte de la rutina y del lugar físico donde entrenas regularmente, donde están todas las condiciones, implica un impacto al rendimiento. No es lo mismo entrenar en la casa con un sinnúmero de distractivos, que entrenar en un lugar específico. Lo hemos visto cuando los chicos se concentran en el Centro de Entrenamiento Olímpico de Santiago, donde sus marcas mejoran considerablemente porque tienen condiciones ideales”, atestigua.

Camousseigt adiciona que, “yo lo he visto en Eduardo Soto, que ha estado en los dos casos. Cuando practica en su casa, tiene una diferencia de 10 kilos en arranque y envión, lo que equivale sobre un 10 por ciento de rendimiento que se afecta por el lugar donde entrena. Y es reiterativo, él ha ido muchas veces a entrenar al CEO con dedicación completa y es mucho lo que sube, es un ejemplo muy categórico y decidor. Eso es al menos en los deportes individuales”, expone.

Lo que tarda ponerse en forma

Uno que ha sentido en carne propia las consecuencias del retorno a las actividades es el seleccionado chileno de remo, Felipe Cárdenas. Tras pasar varios meses entrenando en remoergómetro, hace algunas semanas que volvió al agua, experiencia que ha resultado dura como él mismo confiesa.

“Lo primero que noté fue el tema de la fuerza, costó harto retomar las pesas. Y al momento de ir al agua, lo más evidente fue la técnica, el feeling de llevar el bote remando, eso fue lo principal que sentí. Además, a medida que transcurrían los días, trataba de ir a ciertas velocidades y mi pulso subía con mucha mayor facilidad, mi organismo se exigía mucho más”, relata.

Sobre cuánto le llevará volver a una forma óptima, Cárdenas prefiere no presionarse. “Es muy atrevido dar una fecha de cuánto me demoraría, sólo queda mantenerse entrenando y aprovechar esta oportunidad de volver a retomar con casi una normalidad los entrenamientos”, dice.

En ese sentido, el técnico del programa Promesas Chile de canotaje, Gualberto Mesa, entrega su mirada. “Las marcas definitivamente se afectarán y el que diga lo contrario está equivocado. Para retomar el nivel, haremos dos macrociclos de 16 a 20 semanas. Necesitamos hacer un buen ciclo para el Sudamericano de noviembre y después hacer otro con vistas al Panamericano específico clasificatorio a los Juegos Olímpicos; con eso podemos volver. Pero ahora mismo estamos perdiendo tiempo, estamos a 20 semanas del campeonato Sudamericano y nadie se pronuncia sobre cuándo volveremos”, señala.

En el caso del atletismo, Jorge Grosser también hace sus cálculos. “Hemos calculado que se requerirán ocho semanas para estar bien y 10 para estar óptimos. También dependerá de la persona porque hay algunos que han entrenado mejor”, formula.

Por su parte, Raúl Guarda, detalla lo que a su juicio será el proceso de regreso. “Los atletas están en periodo preparatorio general, pero no bien hecho. Y obviamente van a tener que entrar a un periodo preparatorio especial, lo que demora entre cuatro a seis semanas. Pero no lo podrán hacer al tiro, sino que deberán completar un periodo preparatorio general de buena calidad de unas cuatro semanas. Y cuando puedan entrenar bien, requerirán unos dos meses para entrar a un periodo de competencia que viene después”, advierte.

“Una vez que se levante todo esto demorarán entre ocho a 10 semanas para optar a hacer unas marcas relativamente buenas, cuando se entra a periodo de competencia requiere entre cuatro a seis semanas, como para que empiecen a salir marcas de calidad. Y eso quiere decir que en todo ese plazo se les va a terminar el año. Por eso, es necesario volver ya”, añade.

De acuerdo a la lectura de Mauro Henríquez, esa recuperación dependerá de las características del propio deportista. “Hay gente que está en alto rendimiento que tiene condiciones naturales, una genética superdotada y que se recuperará más rápido. Pero ojo que el rendimiento tiene que ver mucho con el roce competitivo, entonces, puede ser que en este tiempo de pandemia se haya mejorado la técnica, la parte cognitiva, la parte táctica, pero eso se complementa con la cantidad de competencia en el cuerpo. Recién ahí mejorarán las marcas”, sentencia.

En ese aspecto, Daniel Camousseigt aporta otro dato: la experiencia del atleta. “Un deportista avezado que tiene un bagaje sólido, que no tiene ripios técnicos, lo único que necesita es recuperar su estado de forma en cuanto a su capacidad de fuerza, de potencia. El dibujo ya lo tiene armado, entonces, su tiempo de recuperación es menor y se puede colocar rápidamente en forma cuando tiene un camino recorrido. Los más jóvenes son más propensos a tener variaciones marcadas, tienen menos opciones de alcanzar su estado ideal de manera rápida”, finaliza.

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