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Viviana Torres: “no hay que callar, debemos tener tino y alzar la voz”

La delantera del Campanil y ex Fernández Vial, analizó las carencias del fútbol femenino en Chile, los casos de acoso en el deporte y la larga brecha entre ellas y los hombres.

Por: Carlos Campos 25 de Julio 2020
Fotografía: Fútbol UdeC

Viviana Torres respira fútbol. De la mano de su padre y siendo muy chica, la actual futbolista de la UdeC, se acercó a la cancha y se enamoró del deporte. No le importó tener que entrenar con niños. “Me miraban raro, pero siempre di todo. Mi papá era mi fan número uno, pero era muy crítico y casi mi DT. Me acompañaba a todos lados, así que, para que se fuese feliz a la casa, me esforcé siempre lo más que pude”, dijo la delantera y goleadora.

Pero su exitosa carrera, que hoy la tiene en el Campanil, comenzó en la parte de atrás de la cancha. Hoy ya es sólo una anécdota. “Jugué un buen tiempo de central, pero no me gustaba. Nunca conté esto, pero una vez le comenté a mi mamá que no quería jugar de defensa, que no estaba cómoda y simplemente ya no me gustaba. Ella me contestó ‘pero juega mal’. Y no podía. Recién en Fernández Vial mostré toda mi faceta goleadora”, repasó.

Puro sacrificio

Fue en el “Almirante” donde Vivi se hizo un gran nombre. Sus goles eran habituales cada fin de semana, por lo cual fue nominada a un par de entrenamientos con la selección chilena. “Fue un proceso intenso y con una presión que te pone muy al límite. Si se diera la oportunidad de ir otra vez, ya tengo más capacidad y experiencia”, comentó sobre su etapa en la “Roja”.

Admiradora del juego de Marta y Ronaldinho, Viviana analizó las grandes carencias que vive el fútbol femenino aún en Chile. “Ahora hay un poco más de apoyo, pero fue muy difícil todo. En Fernández Vial, a veces, no había plata para arrendar una cancha. A los hombres siempre les aseguran la suya, pero nosotras debíamos buscar alternativas, ver si entrenábamos en algún parque o suspender la práctica. Una vez, para un partido, viajamos toda la noche y al llegar a la ciudad, tuvimos que dar vueltas por ahí, haciendo la hora para jugar. No había hotel ni nada. Y en esos viajes cada una tenía que costear lo suyo, porque Anfp sólo pagaba un porcentaje”, contó.

Por lo menos en Chile, por ahora, el fútbol femenino está a años luz de ser profesional. “No estamos ni al 10% del masculino. No sé por qué no lo ven rentable, si hay muchos equipos femeninos que les dan más títulos a los clubes que los de hombres. Y si te pones a comparar un jugador con una jugadora, muchas veces los varones se farrean las oportunidades, llegan tarde a entrenar o son cabrones. Si tuviera la oportunidad de estar en el fútbol y que me diera para vivir, lo haría 100%”, afirmó la futbolista del Campanil.

Torres, quien también tuvo un breve, pero buen paso por Delfín de Ecuador, aseguró sobre los casos de acoso en el fútbol femenino que “es un tema delicado. Hay clubes que meten a cualquiera a trabajar y con estas cosas se pierde confianza. Lo importante es no callar. Hay que alzar la voz, porque lo que le pasa a una, puede estar pasándole a otra. Hay que hacer una limpieza”.

Más allá de la pandemia que hoy la tiene encerrada en su casa con el foco puesto en sus estudios de Medicina Veterinaria, Viviana Torres está contenta. “UdeC tiene orden y sabe lo que quiere para este año. Eso me motivó y no me arrepiento para nada. Fue un buen cambio, pero quiero volver a jugar, porque en el primer partido no pude estar”, dijo.

Finalmente, la goleadora tuvo palabras para las generaciones de futuras futbolistas que aún no se atreven a dar el salto. “Siempre hay que intentar hacer lo que te gusta, ponerte objetivos y luchar por lo que realmente quieres. Si te gusta el fútbol, lucha y trata de integrarte a algún equipo. A los padres, apoyen a sus hijas, el fútbol es hermoso, da oportunidades, hace crecer y vivir grandes momentos”, cerró.

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