Videoconferencias han servido para conocer la realidad de las universidades locales, pero mientras siga incertidumbre por el regreso a clases presenciales, poco se puede avanzar. Nadie habla de “suspensión”, pero sí existe un lógico temor.
El deporte escolar ya había tenido reuniones y propuso fecha tentativa para un posible regreso y ahora fue el turno de los universitarios. Adesup hizo lo propio, con una reunión general y otra de la directiva, para hacer un primer catastro de la realidad de cada institución y, luego, pensar en un futuro que todos definen como incierto. “Tenemos más esperanza que certezas” fue la definición más precisa, en voz del presidente de la asociación, Renzo Merello.
También, explicó que “tuvimos esta especie de asamblea general, donde la idea principal fue obtener información de lo que está pasando con cada una de las casas de estudio y ver en qué pie estamos. No se puede decidir ni planificar nada si no tenemos claro eso. Comparamos y cada universidad es una realidad distinta, porque estamos hablando de lo deportivo cuando no hay nada claro ’sobre las vueltas a clases de manera presencial. Es lo primero”.
No todos están paralizados en lo deportivo, pero de competencia ni hablar. Merello expresó que “hay universidades donde sus selecciones vienen de procesos más largos, con profesores estables y sé que ellos siguen practicando a través de plataformas virtuales, siguiendo pautas de entrenamiento, reuniones a través de Zoom y trabajos que se envían por correo. Pero son los menos y hablamos sólo de los más consolidados. Hay muchos que no están en nada de eso. Mira, la diversidad que nos presenta cada universidad siempre fue uno de los valores que más destacamos, pero hoy es un problema para tomar decisiones a futuro”.
Pero en ningún caso se ha mencionado la palabra “suspender” como una posibilidad y eso lo deja claro. “Existe gran incertidumbre y no se puede hablar de fechas ni manejar tiempos, pero sí hay una voluntad de volver y competir. Es complejo, porque será en otras condiciones y seguiremos todas las normas de salud que sean exigidas desde las autoridades. Eso es lo primero. Habrá instituciones que regresen antes que otras y eso habrá que manejarlo. No podemos adelantar mucho, porque de verdad escapa de nuestras manos. Sí queremos ser optimistas y pensar que tendremos competencia este segundo semestre. Distinta, no con la normalidad que conocemos, pero queremos que se realice”, advirtió.
En muchas actividades deportivas, como el fútbol profesional, se habla de un alto costo pensando en el retorno. Mascarillas, gel y muchos elementos, que ahora deberán ser desechables, encarecerían los gastos. ¿Qué pasará en Adesup? Merello puntualizó que “es un tema, pero ni siquiera hemos llegado a tocar a ese punto. Siento que estamos recién partiendo y la primera reunión fue muy positiva, pero ahora pronto tendremos otra y vendrán varias. La segunda ya no será tan de catastro y tenemos que ir avanzando dentro de lo que esta realidad nos permite”.
Carolina Echagüe M.
Víctor Méndez es el coordinador deportivo de la Universidad de Concepción, fue parte de esta primera asamblea y, al ser consultado por cómo ve el futuro de la competencia, respira hondo y contesta “incierto… Hoy todo es incierto. No sólo en lo deportivo, en todo lo que tiene que ver con la vuelta a la normalidad como país. Dependemos de eso. El deporte actúa según como vayamos avanzado en los otros aspectos sociales”.
El representante de la UdeC agregó que “nuestra realidad como universidad son las clases online y no fue fácil adaptar todo para emplear correctamente este formato y estas plataformas. Todos lo están haciendo de esta forma, porque realmente no existe otra. Hay gente que está volviendo a sus trabajos, lentamente, lugares que estaban cerrados y han tenido que abrir, todo cumpliendo rigurosas reglas sanitarias. En ese ambiente de retorno, en algún momento será el turno de la vuelta a las clases presenciales. No soy yo quien diga cuándo es el momento más conveniente ni sabemos cuánto falta para eso. Además, cada universidad toma sus decisiones. Eso definirá el futuro de Adesup, viendo que nos den los tiempos para el segundo semestre. El momento es complejo”.
Y es que los problemas no son sólo de ahora. “Tuvimos un cierre de 2019 complicado, por el estallido social, con competencias que no pudieron terminar. La vuelta a clases en marzo de este año fue pensando en eso, en las complicaciones que todavía vendrían del estallido social, que pareció descansar un poco en el verano, pero en marzo ya venía mostrando mucho movimiento y la universidad se estaba adecuando a eso. Ahora vino este virus y, cuando pase, tampoco es que todo será color de rosa. Las demandas sociales siguen ahí y no podemos olvidarnos de eso. Mira, el estallido social igual es manejable, de alguna forma se puede competir con formatos más cortos, algo se puede hacer, pero el coronavirus es imposible de manejar. Sólo esperar que esto vaya pasando”, señaló con los pies sobre la tierra.
Hay una generación que le ha tocado duro en lo deportivo. Esa que no pudo terminar normalmente la competencia del año pasado, hoy no puede entrenar bien y no sabe si tendrá actividad en lo que queda del año. Méndez sostuvo que “sí, a los muchachos de esta generación les tocó pesado. Muchos de ellos quizás en un muy buen momento de sus curvas de rendimiento y se encuentran dos años seguidos sin competencia o con esta incertidumbre. Además, pierdes o bajas en tu nivel entrenando virtualmente o en tu casa, muchos chicos viviendo en un departamento chico. En los deportes colectivos será un retroceso también. Pero también hay un tema con los profesores de selecciones y ramas deportivas que no tienen contratos de planta. A ellos les toca durísimo, hay cortes y mucha incertidumbre laboral”.