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Los desafíos que se plantean para el balonmano de Adesup

Más allá del estallido social, la falta de canchas continúa siendo la mayor piedra de tope para lograr un calendario más constante. Jugar más partidos aparece como uno de los principales objetivos para 2020.

Por: Ricardo Cárcamo 20 de Enero 2020
Fotografía: Adesup

Entre las posibilidades que ofrece Adesup para quienes buscan practicar algún deporte durante su paso por la educación superior, una de las alternativas más nuevas es el balonmano. Hace dos temporadas se sumó a la parrilla de disciplinas en condición piloto, junto al futsal, y poco a poco va consolidándose como una opción para los interesados en desarrollarse en un ámbito deportivo que, a nivel escolar, tiene bastante fuerza y participantes en la Región.

Como suele pasar con varios deportes, la falta de infraestructura adecuada aparece como el principal obstáculo del hándbol para tener un calendario más intenso y que no sufra constantes suspensiones. Varias de las canchas más importantes y con mayor disposición para recibir esta disciplina son al aire libre por lo que, sobre todo en los meses de otoño e invierno, es común que las fechas agendadas sean suspendidas por las malas condiciones climáticas.

En el caso de 2019, eso se sumó al estallido social iniciado el 18 de octubre, que provocó la suspensión general de todas las competencias de Adesup y también obligó a la cancelación de las finales nacionales universitarias, programadas para noviembre en Punta Arenas. Más allá de los inconvenientes, técnicos de algunos de los equipos participantes agradecen que la disciplina se haya integrado definitivamente a la programación, y apuestan a que esta temporada sea posible tener un mayor número de encuentros en relación a las primeras dos campañas.

Raúl Umaña dirige a los elencos femenino y masculino de la Universidad del Desarrollo, y comentó que “para quienes estamos en el balonmano, que ahora se juegue en Adesup es una tremenda noticia. Sin embargo, una de las grandes falencias a nivel general en nuestro deporte es que no hay muchas canchas, y varias de las que existen son al aire libre o tampoco tienen las medidas reglamentarias, son más chicas usualmente”.

Además, agregó que “si bien había una planificación de jugar un torneo más largo, al final el tema climático obligó a que se suspendieran varias fechas. La única cancha que acá se puede jugar con mayor regularidad es la que tiene la Unab, pues el resto como comentaba antes no tienen las dimensiones adecuadas. Por esto, se dio una temporada muy cortada, y en ese sentido uno de los grandes desafíos para 2020 será cómo podemos hacer para tener un calendario con más partidos y menos cortado, pues lo que más quieren los chicos es tener más competencias”.

Del interés de los alumnos de la UDD por jugar balonmano, Umaña aseguró que “existe, pero muchos no vienen con una base del deporte, sino que llegan con las ganas de aprenderlo. En las damas, el número no es tan alto, pero son muy responsables, muy comprometidas con los entrenamientos y con todo lo que involucra estar en el equipo. En los hombres no pasa así, pero como hay una mayor cantidad el abanico es más grande para elegir. Esperamos seguir creciendo durante esta temporada”.

Más trabajo conjunto

Alexie Aeloiza es el entrenador del elenco masculino de la UdeC. Al momento de analizar la temporada 2019 de Adesup, comentó que “hay que dividirla en dos etapas. La primera se relaciona con el proceso normal que se vive todos los años, donde el calendario siempre ha sido un tema por la infraestructura. Además, toda la organización administrativa depende de Adesup, los técnicos no tenemos injerencia. Por ende, esperamos que se nos entregue la programación, y si ellos no la hacen o bien no entregan soluciones por el tema de la infraestructura es difícil tener un campeonato con continuidad, que es lo que se necesita”.

En ese sentido, agregó que “con esas condicionantes, lo que se jugó fue poco, muy espaciado, a pesar que cada año hay un volumen mayor, con más instituciones y alumnos que desarrollan el balonmano. Ya tenemos seis, y si ahora ingresamos a Ldes se pueden incorporar más casas de estudio, pues le daría más atractivo competitivo, pensando en clasificar a un nacional”.

Sobre el formato del torneo, Aeloiza detalló que “era todos contra todos. Alcanzamos a jugar tres, cuatro partidos, que fue el promedio para la mayoría. Aparte generemos la clasificación en Fenaude. No hubo continuidad, y eso es lo que se requiere para que haya más motivación y suba el nivel deportivo. En nuestro caso, como Universidad de Concepción, nunca nos han exigido ser los números uno, pero obviamente sabemos de la tradición de la casa de estudios, que es una de las más fuertes de la Región”.

Respecto a cómo se pueden mejorar los problemas de cara a la temporada venidera, el entrenador de la UdeC aseguró que “lo importante es que las instituciones universitarias tengan una mayor coordinación. Fundamentalmente porque algunas tienen infraestructuras que pudieran poner más a disposición, pues nuestro deporte necesita canchas techadas. La USM, por ejemplo, tiene dos excelentes pero al aire libre. Entonces, estamos sujetos al clima, lo que te genera incertidumbre y suspensiones”.

Al respecto, añadió que “si se fortalece la competencia universitaria, podremos seguir la línea en categorías menores. A nivel escolar, la Región es una potencia nacional en balonmano, de hecho los dos equipos que representaron a Chile en los Sudamericanos Escolares de Paraguay eran de acá. Eso habla de la potencialidad y el alto nivel con que cuenta la disciplina, entonces lo ideal es que eso no se corte, que esos valores se sigan proyectando de la mejor forma posible. Y para eso, es clave tener un mejor torneo de educación superior”.

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