Con el exclusivo tanto de Daniel Benavente, Deportes Concepción superó a Ovalle y comenzó con el pie derecho la lucha por el ascenso a Segunda División.
Mostró la ferocidad que se necesita en una instancia definitoria. Deportes Concepción se hizo respetar en el gramado del Ester Roa Rebolledo y arrancó su participación en la liguilla de ascenso de la Tercera A con un triunfo por 1-0 ante Provincial Ovalle.
Eso sí, el cuadro de Esteban González tuvo que remar desde atrás para lograr la hazaña.
Aunque los primeros minutos del encuentro fueron bastante aburridos, los nortinos tuvieron las mejores opciones para abrir el marcador.
A los 31’, el movedizo Kevin Araya casi enmudeció el coloso de Avenida Collao con un tiro libre que se escapó de las manos de Celso Castillo y terminó saliendo fuera del campo de juego. Y los 39’, Patricio Henríquez se coló por la banda derecha y sacó un zurdazo que logró ser enviado al córner gracias a una felina intervención del portero penquista.
La primera chance de peligro del local se registró a los 45’, con un cabezazo de Brian Fuentes que terminó en los guantes del golero Álvaro Ogalde.
Para fortuna de los más de cuatro mil hinchas que arribaron ayer al reducto penquista, los lilas aumentaron la presión en tres cuartos de cancha en el complemento y provocaron bastante peligro en terreno rival.
A los 51 minutos, Patricio Henríquez derribó en el área a Cristofer Salas y el juez del encuentro no se inmutó y dejó que continuara la acción.
Sin embargo, la justicia no tardó en llegar. Cuando el reloj marcaba los 67 minutos, Martín Rojas infraccionó duramente a Matías Reyes en el mismo sector de la cancha y el árbitro Claudio Andrade no dudó en cobrar penal a favor del anfitrión.
La pena máxima fue cobrada y convertida en festejos un minuto después por Daniel Benavente, quien no lo pensó dos veces y apostó por darle fuerte y al medio para asegurar los puntos en casa.
De esta forma, Deportes Concepción cimentó el camino hacia el anhelado ascenso de la mejor forma. Además, se vio favorecido con el sorprendente empate entre Linares y Trasandino (2-2), los otros oponentes de la postemporada.
“Nosotros teníamos claro que el rival nos iba a complicar. Por eso el gol fue un desahogo, ya que desde el minuto uno tratamos de conseguirlo, pero lo logramos en el segundo tiempo. Lo bueno es que se dio y gracias al trabajo del equipo”, indicó el defensor Matías Manríquez.
En relación a la experiencia de disputar en un encuentro trascendental en este periodo de manifestaciones, el zaguero recalcó que “sabíamos que la gente nos quería ver jugar y eso fue muy importante para nosotros, pues se hicieron notar. Fue un partido distinto de preparar, pero que se trabajó bastante bien en la semana. Nosotros no paramos de entrenar en ningún momento y eso se notó en la cancha”.
El “León de Collao” volverá a ejercer de local este 17 de noviembre, en la segunda jornada de liguilla. El rival será Trasandino.