Deportes

La vela lucha por avanzar en el agua y fuera de ella

Tras el tsunami de 2010, la disciplina dispone de un reducido lugar para sus veleros más grandes en el Cendyr Náutico chorero. De ahí la necesidad de que la Marina Pública Felipe Cubillos y/o el terreno contiguo del IND, vuelvan a ser puestos al servicio de la actividad.

Por: Samuel Esparza 23 de Septiembre 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

Tanta o más tradición que el remo y el canotaje, disciplinas náuticas que han acaparado titulares en las últimas semanas, tiene la vela de la Región del Bío Bío. Por años, las embarcaciones y tripulantes de la zona fueron protagonistas del circuito chileno, participando en la mayoría de las instancias existentes en el país; en tanto, su extensa costa, ha formado decenas de campeones en vela menor y mayor.

Y aunque el tsunami de 2010 significó un duro golpe tanto en infraestructura -arrasando con el Club de Yates de Talcahuano- como también en embarcaciones -la clase Wal desapareció por completo con más de una docena de botes perdidos-, la disciplina se las arregla para mantenerse en buen pie de la mano de la Asociación Regional de Vela (Asovela) junto a otros clubes náuticos de la zona como el Estrella Polar, Club J24 Bío Bío, Club de Deportes Náuticos de Talcahuano y la Escuela de Grumetes.

Con todo, el 27/F sí dejó un daño que aún no puede ser subsanado, esto es la pérdida de un lugar físico que sirva para concentrar al deporte. El reducido espacio para la Vela Mayor del Cendyr Náutico, no es el más indicado para guardar los yates, mientras que la Marina Pública Felipe Cubillos, flamante recinto inaugurado en 2013 para el Mundial de Vela Soto 40, se encuentra cerrado, sin uso y hasta hace poco servía como estacionamiento para funcionarios de la Armada.

J24 y su fortaleza en Chile

Si hay un ejemplo de trabajo asociado y éxito deportivo, ése es el Club J24 Bío Bío, que tiene como base de operaciones el Cendyr Náutico en el sector La Poza de Talcahuano. Fundado a fines de 2016, nació por iniciativa de ex alumnos del Cendyr (que hoy superan los 40 años) que partieron siendo niños navegando en Optimist y se fueron haciendo en diferentes clases como la Wal, hasta arribar a los J24.

“Competíamos en IRC que son barcos más grandes, la mayoría salimos del yate Pingui y nos bajamos porque el presidente del club , Patricio Rodríguez, compró un J24, después le siguió un amigo y así varios más, así es que formamos un club con gente que navega de toda una vida y otros que se están recién iniciando”, detalla Jacqueline Cisternas, secretaria del club.

“Empezamos a organizar eventos deportivos, buscamos sponsors y nos apoyaron porque les era novedoso ver a barcos iguales navegando. Hicimos canchas diferentes a las otras clases lo que fue vistoso, en otras partes se supo lo que pasaba en Talcahuano y llegaron barcos, incluso de Valparaíso y tripulantes profesionales como Felipe ‘Flecha’ Robles (campeón de la Regata de Chiloé y oro en los Odesur 2010); Nicolás Curia (presidente del J24 de Argentina), y Mauricio Santa Cruz, cuatro veces campeón mundial de J24”, añade Andrés Mentta, capitán del Vikingo (ex Pingui III).

De esta manera, la Bahía de Concepción se tomó la categoría a nivel nacional, con su cancha que es una de las mejores de Chile para competir dado el poco oleaje y abundante viento. Acá se realizan las competencias más importantes y se halla la flota fundadora de los J24 con 12 embarcaciones de punto fijo, que también participan en Valparaíso, Frutillar y Puerto Montt.

“Hemos tratado de profesionalizarnos con los pocos recursos que tenemos, aunque ya tenemos como sponsor a Naviera Santa María y Plaza 7, en tanto que PF Alimentos nos apoya con el tercer tiempo, y marcas como Helly Hansen o Pacific Sailing Chile dan los premios para los podios”, resalta Cisternas.

Pero no solo en lo competitivo se traduce el aporte del Club J24 Bío Bío, pues también tiene una labor comunitaria, tal como señala la deportista. “Parte de nuestra misión es integrar a los adolescentes que salen de Cendyr Náutico de Talcahuano (de diferentes liceos o escuelas que navegan gratuitamente en Láser hasta que salen de Cuarto Medio), para que puedan seguir navegando. Porque una vez que salen del colegio, quienes no tienen embarcación no pueden navegar, por lo que tripular los J24 son una opción también gratuita para ellos. En otras regiones de Chile como Higuerillas o Algarrobo, los veleristas hacen carrera como tal, son contratados y pagados por equipos. Entonces la idea es que estos jóvenes que aman la vela y que quizás quieran hacer carrera como instructores en algún momento, puedan seguir desarrollando sus capacidades y no paren de navegar”, enfatiza Mentta.

Patricio Rodríguez, presidente del Club J24 Bío Bío y J24 Chile, se refiere a los planes que tienen para la especialidad. “Tenemos un proyecto de un curso de tripulantes competitivos y estamos en conversaciones con la Oficina de Deportes de la Municipalidad de Talcahuano, para invitar a jóvenes de 15 a 23 años de toda la Región a clases gratuitas para vivir la experiencia de tripular en J24 en una regata, como aporte social ad honorem”, precisa.

Cendyr Náutico de Talcahuano antes del 27/F. Iba desde la calle hasta el espigón formado de rocas.

Imagen actual del cendyr, cruzado por un paseo peatonal. La parte inferior muestra el terreno -sin uso- reclamado por los veleristas.

Marina Públca Felipe Cubillos durante el Mundial Soto 40 que se realizó el 2013 en Talcahuano.

Hoy la Marina Pública es administrada por la Armada de Chile y no es utilizada por la vela local.

Más de 40 años de tradición

Hace más de cuatro décadas que la Asociación de Vela de la Región del Bío Bío (Asovela) comenzó a gestarse por medio de veleristas de la zona, que se reunían en torno a regatas recreativas y torneos clásicos como el Off Talcahuano, conocido por recorrer tres bahías de la Región en una sola competencia.

Hoy, 40 años después, y con clubes reconocidos que marcaron historia en la comuna y la Región, junto a nuevas generaciones de directores deportivos, siguen tirando el carro del deporte náutico local con un ordenado calendario que comprende torneos para Vela Mayor de Apertura y Clausura, así como con una activa flota de Vela Menor (optimist y láser en su mayoría), además de veleros costeros.

A su alero se han formado diversos clubes particulares, escolares y municipales, los que también forman parte de la asociación. Entre éstos se encuentra el Club Laser del Bío Bío; Club Escolar de Deportes Náuticos Talcahuano; Cendyr Náutico de San Pedro de la Paz; Cendyr Náutico de Tomé; Cofradía Náutica del Bío Bío; Escuela de Grumetes; Club Náutico Ecológico San Pedro; Corporación Educacional Saint John’s School; Club de Yates Talcahuano, y Club J24 Bío Bío. A ellos se unen otros independientes, algunos asociados por la Federación Chilena de Navegación a Vela (Fedevela), que en su conjunto forman la fuerza en la náutica regional.

Necesidad que apremia

Es desde estas entidades que hoy surge la demanda por mayores espacios para la actividad , y aprovechar así la calidad de la Bahía de Concepción, tal como manifiesta Patricio Rodríguez.

“Esta bahía se conoce como el ‘Regalo del Océano Pacífico’ porque está protegida a diferencia de Valparaíso o Algarrobo, por ejemplo, que son a mar abierto y expuestas a la peligrosa ola oceánica. Reúne todas las condiciones para un campeonato de nivel y para que la gente de la Región la disfrute, ya que además la Armada apoya siempre en la seguridad”, parte diciendo.

“Sin embargo, nos falta un espacio para la actividad en tierra, puntos de reuniones, premiaciones y todo eso. Nuestra flota ocupa un pedazo pequeño del Cendyr Náutico de Talcahuano, pero nuestros veleros son un poco más grandes y como andan niños, se complica. Aquí se han descartado muchas competencias de alto nivel por no tener un espacio en tierra, este año se nos encargó ser sede del Sudamericano J24, pero como no tenemos la logística ni la infraestructura, tuvimos que pedir prestada la instalación del Club Higuerillas en Concón y se hará allá”, asevera.

Rodríguez explica que existen terrenos en Talcahuano para el deporte, sólo hay que gestionarlos. “Antes del 27/F, el Cendyr Náutico era un recinto que partía desde la calle y llegaba al espigón. Después del terremoto, la Dirección de Obras Portuarias (DOP) remodeló el borde costero de La Poza, hizo un paseo y la Bentoteca, pero quedaron espacios vacíos cuya concesión marítima es del IND. Es un terreno que siempre fue de uso exclusivo para fomentar el deporte náutico, y eso queremos recuperar, ideal sería construir un club de yates para la comunidad entera”, dice.

“Estamos trabajando con el alcalde Henry Campos y el IND para ampliar o construir una marina que albergue mayor cantidad de barcos, porque hay navegantes que tienen sus barcos en la calle”, agrega.

“La idea es construir un club de yates para la comunidad entera en los espacios que siempre ha ocupado el Cendyr Náutico” | Patricio Rodríguez, presidente del Club J24 Bío Bío y J24 Chile.

“Trabajamos con el municipio de Talcahuano para analizar la opción de entregar algún terreno a Asovela o el club J24”.
Seremi del Deporte, Juan Pablo Spoerer, sobre la posibilidad de más espacios para la vela.

Marina Pública ¿Elefante Blanco?

Sobre la Marina Pública Felipe Cubillos, explanada de más de 7 mil m2 ubicada entre el Cendyr y la Gobernación Marítima, y que prácticamente no tiene uso desde el Mundial de 2013, Rodríguez reconoce la necesidad de que vuelva a estar operativa.

“En Talcahuano no hay salida al mar, esa es la verdad, y la marina constituye una salida ideal. Actualmente está siendo desafectada por la Armada de Chile, pero es el municipio quien debe solicitarla para realizar un proyecto ahí. Nosotros estamos en conversaciones para que nos autoricen a ingresar con nuestras embarcaciones, y tener un punto de reunión porque en este momento carecemos hasta de camarines y baños”, indica.

En caso de poder utilizar el recinto, Rodríguez asegura que no es mucho lo que se debe hacer para dejarla operativa, en espera de los trabajos más profundos. “En primera instancia necesitaríamos módulos tipo container y un muelle flotante retráctil que permita guardarlo cuando haya mal tiempo. Con eso podríamos trabajar”, finaliza.

Desde Asovela, su secretario Enrique Armstrong, reafirma la idea de volver a contar con el recinto pensando en que las nuevas generaciones se acerquen al mar. “Es un recinto que debe ocupar la ciudad de Talcahuano a todo evento, para las escuelas y los niños; hablamos de que sería una marina municipal, pública e internacional”, expresa.

Y añade, “entiendo que el municipio está tramitando la concesión marítima para construir la marina en forma definitiva, porque la primera parte de la obra ya se hizo con fondos regionales cuando se construyó el relleno, se cerró el lugar y se instaló agua e iluminación para el Mundial Soto 40. Como Asovela, estamos interesados y ayudando en lo que se pueda para terminar este proyecto que se inició en 2013, porque nos interesa que haya lugares para que la vela pueda desarrollarse y se masifique”, culmina.

Consultada al respecto, la Armada de Chile mediante un comunicado, reconoció que hoy el lugar no tiene mayor actividad. “La Autoridad Marítima Local, informa que es un terreno en el sector del borde costero, que el año 2013 fue habilitado para albergar el Mundial Soto 40; sin embargo, en la actualidad no se desarrolla ninguna actividad náutico-deportiva”.

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