Con mucha expectativa, por el plantel y los resultados obtenidos en otros torneos juveniles, partió la selección chilena de básquetbol Sub 21 al sudamericano de la categoría, que se está disputando en Tunja, Colombia. Y el combinado nacional cumplió su primer objetivo, que era avanzar a semifinales, tras quedar segundo en el Grupo B.
La “Rojita” se impuso a Colombia y Venezuela, y perdió con Argentina en un partido que sólo se definió en el último cuarto, más allá de la expresiva diferencia que tuvo el marcador final (73-54). En el plantel hay dos jugadores locales: Felipe Inyaco y Sebastián Leefhelm, y este último habló de lo que ha sido el desarrollo del torneo, a la espera del duelo de semifinales hoy contra Brasil.
“En lo grupal, creo que el balance hasta ahora es positivo. Estamos en semifinales y, si bien el partido con Argentina lo perdimos por una diferencia importante, tuvimos para ganarlo hasta el último cuarto. En lo personal, quizás no me ha tocado tener tantos minutos, pero siempre voy a estar a disposición para entrar y hacer lo que me pida el entrenador en los momentos que me necesite en cancha”, señaló Leefhelm, quien está utilizando el número 17.
Sobre el nivel de la competencia, el jugador de la UdeC aseguró que “está muy alto, pero creo que tenemos equipo para poder pelear medalla y ganar el oro”.
La selección se medirá hoy ante Brasil en la primera semifinal del torneo (la otra la disputarán Argentina y Uruguay). Si bien el conjunto carioca es poderoso, pues terminó como líder del Grupo A y, además, es el campeón defensor del certamen, Leefhelm confía en que pueden hacer un buen encuentro.
“Pienso que será un partido muy duro, porque son un equipo muy alto y atlético, pero daremos todo como en todos los juegos anteriores”, aseguró.
Y más allá de lo que pase en las instancias finales, el jugador formado en el Deportivo Alemán indicó que ser parte de un torneo de esta envergadura es muy positivo para su futuro.
“Creo que ser parte de este plantel y disputar una competencia así me servirá en todo sentido. Me permite ganar experiencia jugando a un alto nivel, con equipos muy fuertes, y la idea es que todo lo que gane lo puedo aplicar después en mi club. Además, y más allá de lo deportivo, siempre es importante conocer otro país, otra cultura. También sirve para ver a qué nivel estamos con respecto a los otros países sudamericanos”.