Juegan y ganan amistosos, pero fuera de la cancha todo es drama en el “Ancla”. Un equipo con jugadores libres que sólo esperan volver a disfrutar del deporte.
“Con los muchachos amamos el fútbol. Imagina lo que es viajar 10 horas para jugar sólo un amistoso y después volver. Era fin de semana y dejamos a la familia sola, pero es porque amamos esto. Y todavía ni nos pagan”. Boris Sandoval intenta explicar la motivación que todavía tienen en Naval de Talcahuano para entrenar y pensar positivo en un club donde el panorama siempre parece estar cada vez más oscuro.
Del tema económico, ni hablar en los choreros. “Esperamos que nos digan algo, pero ni idea. Leemos cosas por redes sociales e internet a veces y nada más”, agregó Boris, sobre una realidad que inquieta, pero a la que están tristemente acostumbrados en Naval.
Sobre todo porque en la cancha, el “Ancla” ha demostrado que pese al ineficiente paro del Sifup, pudo haber perfectamente competido en Segunda División. El último sábado viajaron hasta Puerto Montt a quien vencieron por 2-1. Días atrás en Paso Alejo habían goleado por 3-0 a Ñublense. “Hemos sorprendido a los jugadores de otros clubes, que no pueden creer la manera en que jugamos pese a que estar inactivos. Hay jugadores de primer nivel acá y ojalá que alguno pueda saltar a otro club. Estamos libres”, afirmó.
Por una gestión del paramédico, Naval últimamente ha entrenado en Vista Hermosa. “Hace dos meses no practicamos en El Morro y eso me duele más que no me paguen. No sé qué pasará. Veo instituciones de todos los equipos jugando ahí, pero a nosotros, que somos un club que representa a la ciudad, nos han puesto mil trabas. Antes había un convenio cuando entrenábamos ahí, pero igual había problemas. Ni idea por qué. Es fome y nos tratan como si fuésemos enemigos. No se van a hacer millonarios tampoco por arrendarle el estadio a Naval. Así seguimos aguantando estos días. Ojalá desde otros clubes se fijen en jugadores de Naval”, cerró Sandoval.