El destacado técnico visitó la Región para realizar una clínica internacional. En la instancia, analizó el cesto nacional y cómo puede seguir creciendo.
Dirigió en la selección Argentina de básquetbol por más de 20 años. Participó en 9 mundiales (4 de adultos y 5 de inferiores) y además cuenta con una extensa trayectoria como director técnico a nivel profesional y formativo.
Eduardo Pinto, destacado entrenador argentino, llegó a Concepción para dictar una clínica internacional de baloncesto en el Colegio San Ignacio de San Pedro de La Paz, donde pudo presentar su trabajo y compartir con jugadores y entrenadores de la Región.
Actualmente, se encuentra enfocado en sus labores de docente en dos universidades de Argentina. Tiene dos cátedras especializadas en el básquetbol. Además, convalida sus clases con charlas por todo el continente. Confiesa que le gustaría volver a dirigir, pero afirma que llega una edad determinada donde hay que elegir un camino. Y él se la jugó por la docencia.
Tuvo ofertas para regresar a la banca, pero no lo conformaron en materia económica. Por ello, decidió desecharlas de inmediato para continuar con su trabajo de docente, preparando a jóvenes en el deporte que lo apasiona.
“Sí, quiero volver a dirigir. Tengo muchas ganas, pero me estoy tomando el tiempo necesario para tomar la decisión más acertada. No quiero decidir algo de lo cual después me estaré arrepintiendo”, comentó Eduardo Pinto.
El director técnico hizo un espacio en su agenda para dialogar sobre la actualidad y el futuro del baloncesto nacional con Diario Concepción.
– Hay un grupo de jugadores chilenos que están en Estados Unidos y podrían llegar a la NBA, ¿Qué le falta a Chile para seguir exportando jugadores a las principales ligas del mundo?
– Desde hace algunos años, Chile está realizando un buen trabajo formativo que está dando resultados a nivel competitivo. Hay una camada interesante de jóvenes que dentro de unos años debieran rendir a alto nivel. Hay una liga de baloncesto consolidada, pero si algo falta, creo que es mejorar el sistema de competencia. Mientras más se compite, más se elevan los niveles colectivos e individuales.
Acá siento que faltan instancias para competir. Eso creo que seguirá abriendo puertas en el extranjero tal como lo estamos viendo actualmente. Hay chilenos en la Ncaa, cerca de dar el salto a la NBA. Eso, hasta hace algunos años creo que era impensado. Hay que aprovechar esta instancia y seguir trabajando por la misma línea.
– ¿Cómo se puede generar un sistema de competencia que sea mucho más atractivo?
– De acuerdo a mi experiencia, creo que son tres aristas que el básquetbol chileno debe mejorar, o más bien trabajar. Lo primero es tener una dirigencia especializada que se encargue de organizar la competencia y que también invierta los recursos necesarios para mejorar categóricamente el sistema. En segundo lugar, es importante que la competencia sea exigente y de buen nivel. Por último, el nivel de los jugadores debe ser bueno y eso se trabaja desde las divisiones inferiores. Con estos puntos bien abordados, creo que la competencia chilena mejoraría mucho más.
– ¿Cuáles son las principales falencias del basquetbolista nacional?
– No creo que sea una falencia, pero tengo la sensación que en Chile se le da poco énfasis al trabajo formativo. Hay muy pocos clubes que se preocupen de buscar talentos. Acá los niños si no juegan en alguna liga escolar, no tienen mayores instancias para competir. Si hubieran más clubes, existirían más jugadores porque tendrían una buena base. En Argentina, el chico tiene la escuela para participar, pero se forma deportivamente en el club.
En mi país, la figura del club es muy potente. Los niños desde muy pequeños sienten una adhesión interesante por la camiseta que defienden. Además, para sacar mejores jugadores, es necesario contar con técnicos de calidad. Eso se mejora con una buena capacitación.
– En el aspecto técnico, ¿Por qué existen tantos entrenadores extranjeros dirigiendo en Chile?
– Lo primero es dejar claro que en Chile hay buenos entrenadores. Los que conozco son personas muy preparadas. Quizás hay pocos directores técnicos porque hay una falta de interés por el deporte o algo relacionado con eso. La falta de interés genera falta de preparación automáticamente.
Si hay una competencia de buen nivel, eso requiere que dirigentes, técnicos y jugadores se preparen de una manera distinta. Con una buena competición, todos están obligados a crecer en materia técnica. Lo que está pasando ahora con los jugadores en el extranjero creo que será importante también para los técnicos. Cuando algunos comienzan a destacarse, marcan el camino para los que vienen más atrás. Como te mencioné, la competencia ayuda a mejorar todo.
-En el básquetbol femenino, Chile a lo mejor no ha crecido tanto, ¿De qué manera se puede equiparar el baloncesto masculino con el femenino?
– Acá no hay una liga femenina estable que tenga todos los recursos que tiene el torneo masculino. Hay que partir por crear un torneo profesional que cuente con las mismas condiciones que la de hombres. Resolviendo ese problema, se podrá trabajar a la par, desarrollar una buena base formativa que permitirá tener una competencia de adultas de gran nivel.
– En lo personal, cuando vuelva a dirigir, ¿Le gustaría hacerlo a nivel formativo o profesional?
– En cualquiera de los dos, ambas áreas me encantan. El nivel formativo me gusta porque se pueden generar proyectos a largo plazo, por ejemplo, de dos o tres años. Por otro lado, el nivel profesional me gusta porque se pueden generar procesos donde se participa en dos ligas o torneos con procesos de trabajos como corresponde. Cualquiera de las dos categorías cumplen con todas mis expectativas como entrenador.