El Club Social y Deportivo Naval había anunciado que limpiaría la tienda porteña tomando acciones judiciales concretas. Ayer, a las 12.30 horas, se hizo efectiva la primera y más potente señal, presentando una querella criminal en el Juzgado de Garantía contra Fernando Rojas y Gilberto Araya, presidente y gerente de la sociedad anónima del ancla. ¿Los cargos? Estafa y apropiación indebida.
La idea del CSD Naval, liderado por Cristián Ferrada, es que Rojas y Araya entreguen los derechos federativos de un club que, por este tipo de cosas, hoy no está participando de ninguna competencia y su futuro es una completa incógnita. El Club Social quería postular a Tercera División, pero no pudo porque la Sociedad Anónima tenía la remota ilusión de un “perdonazo” en Segunda y apostó todas sus cartas a esa opción. Sin éxito.
Las acciones judiciales están encabezadas por la abogada Carla Montes y su colega Daniel González, quienes han tenido enormes dificultades para acceder a los documentos, actas y balances oficiales de la institución, datos que deberían ser de acceso público.
Recordemos que Fernando Rojas lleva 13 años al mando de Naval -más allá del intertanto donde apareció Marcelo Rivera como principal directivo- y en ese periodo el club ha registrado tres castigos desde la Anfp, por diversas irregularidades en su funcionamiento financiero.
Por estos días también se han conocido las demandas de dos emblemáticos del club, como son el paramédico Jorge Yáñez y el utilero Sergio Sandoval, a quienes aún se les adeudan meses de sueldo e imposiciones de la última campaña.