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Camila Canales, patadas que se quedaron con los máximos honores

Por: Samuel Esparza 22 de Enero 2018
Fotografía: Diario Concepción

No hay duda que 2017 fue el año del gran salto y la consolidación definitiva para Camila Canales Bravo (22). La joven taekwondista, alumna de Enfermería de la Universidad del Desarrollo (UDD), fue de menos a más hasta dar un sorpresivo salto de calidad que le permitió alcanzar sus primeros títulos en la disciplina, y transformarse así en una de las grandes figuras que tuvo el circuito de la Agrupación Deportiva de la Educación Superior (Adesup) en la temporada que recién pasó.

Porque nunca es fácil lidiar con la inexperiencia. Su caso no corresponde al deportista que de niño supo que quería lanzar patadas en la vida. Por el contrario, no fue sino hasta que entró a la universidad que se enamoró del taekwondo, especialidad que había practicado de manera breve en su natal Talcahuano.

Fue recién en las aulas que conoció al entrenador, Juan Pablo Contreras, quien vio en ella condiciones y le abrió las puertas de su taller en la universidad. Ahí, paso a paso, fue aprendiendo técnicas, corrigiendo errores y puliendo un estilo de combate que la hizo sobresalir entre sus pares.

Con el tiempo, no extrañó que la llamaran a integrar la selección de taekwondo de la UDD, rol que se tomó tan en serio como cualquier ramo de su carrera. Fue ese mismo tesón y deseos de crecer, los que le permitieron erigirse como una de las líderes del equipo. Con cada competencia, aprendía algo nuevo y aunque los triunfos no siempre llegaban, para ella lo más importante era que lograba crecer un poco más día a día.

Así, tan sólo tres años bastaron para que los frutos llegaran, y lo hicieran en abundancia; porque 2017 fue el año de la cosecha. Primero, con el primer lugar de la categoría Principiantes (-49 kilos) en la fase nacional del torneo Adesup y luego, con la corona en las finales de las Ligas Deportivas de Educación Superior (Ldes). Un estado de gracia que ella espera hacer durar por largo tiempo.

Creciendo en el tatami

“Fue una temporada sorprendente, la verdad es que nunca me esperé tal cantidad de logros en el año”, reconoce Camila, quien destaca su llegada al taller de la UDD como fundamental para el rumbo que tomó su carrera.

“Antes entrenaba en otro lado y nunca pude tener logros. Entonces, llegar aquí con el ‘profe’ Contreras, tener el apoyo del Dae, de mis compañeros, mi familia y amigos de la academia en que estoy, significó mucho para llegar hasta donde estoy ahora”, manifiesta.

Según la taekwondista, aquello terminó reflejándose directamente a la hora de cada competencia. “He visto muchos cambios, principalmente en las patadas y el estilo de pelea, ya que antes no salía mucho a defenderme el peto o el cabezal, no sabía cómo actuar en el momento. Mi profesor me ha ayudado a mejorar ese aspecto, lo mismo que mis compañeros que ayudan a perfeccionarme cada vez que pueden”, recalca.

Y agrega que, “se abrió un mundo nuevo y ahora que me está yendo bien, sigo acumulando aprendizaje. Yo siempre he dado lo mejor en cada competencia sin importar el resultado, pero haber ganado significa que el esfuerzo que hecho ha valido la pena y está dando frutos. Porque ha costado mucho, es un trabajo duro tener que organizarme con los estudios para poder entrenar bien”.

En ese aspecto, Camila entrega un crédito importante a su casa de estudios. “Por eso estoy tan agradecida de mi universidad, que me ha dado todas las facilidades de poder estudiar, hacer prácticas y asistir a mis entrenamientos. Mi coordinador de deportes, el profesor Claudio Osses, me entregó las facilidades para tener un horario donde saliera temprano y así ir a mis entrenamientos. Además, para las prácticas clínicas, me pusieron un horario ideal para asistir sin dejar de lado las competencias y entrenamientos. Eso es impagable y por su puesto que se alió positivamente para que yo lograra elevar mi nivel en el deporte”, asegura.

Irrumpiendo en los podios

Según Camila Canales, lo que más atesora de la temporada 2017 son los títulos de fin de año, que le dieron un estatus especial en el circuito Adesup.

“Lo que tengo más guardado son los dos oros que saqué a nivel regional y, por supuesto, el título que logré en el Nacional Ldes. Especialmente, en este último, sabía que enfrentaría a deportistas de universidades de todo Chile y fui con poca confianza porque pensé que quizás tendrían una mejor preparación que yo. Pero conseguir derrotarlas, me hizo confiar mucho en mis capacidades. Era mi primer nacional, mi debut absoluto y pude ver que tenía el mismo nivel que ellas, no tenía nada que envidiarles”, destaca.

La exponente asegura que otro factor clave para subir su nivel, es el trabajo que realiza con el Golden Team. “Es el club de mi profesor Juan Pablo Contreras y que tiene sede en Concepción y Coronel. Se armó un numeroso grupo con el cual hemos llegado a un excelente nivel, obteniendo varios primeros lugares. Junto a ellos competí en un regional, sacando el primer puesto y venciendo en la final a una luchadora del club del profesor Jorge González, que es una de las mejores academias de la Región. A ella la había visto en el nacional, traía un nivel excelente y derrotarla me demostró que la preparación que he tenido en todo este tiempo, ha seguido dando frutos; es una felicidad inmensa para mí”, comentó.

Para repetir el mismo camino

Camila dice que sus características en el tatami, reflejan a plenitud su forma de ser en la vida, y que eso le da fuerzas para seguir poniéndose metas. “No me doy por vencida, siempre entrego lo máximo hasta el final, sin importar los resultados. Ese espíritu me alienta para seguir dando lo máximo de mí en todo lo que se venga”, indica la estudiante de tercer año de Enfermería.

“Me gustaría seguir en este deporte, mi idea es seguir representando a la UDD dando lo mejor de mí y así sentirme orgullosa de traer logros. Tengo como misión prepararme para el nuevo regional del 2018 y darle con todo”, añade esta deportista admiradora de la medallista panamericana, Yenny Contreras, justamente hermana de su entrenador.

A la par, Camila no olvida sus estudios, los que espera complementar con su crecimiento en el taekwondo. “Quiero perfeccionarme como enfermera, pero relacionada con el área deportiva, un campo que aquí en Chile está poco desarrollado a diferencia de otros países, y que da hartas posibilidades de crecer”, sentencia.

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