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Se bajaron del avión para quedar séptimas del mundo

Antonia y Melita Abraham volvieron a brillar juntas en un evento internacional, tras ubicarse entre las mejores del torneo en Holanda. Asimismo, el cuádruple varones de los penquistas César Abaroa y Marcelo Medina se metió top 10.

Por: Diario Concepción 26 de Agosto 2016
Fotografía: imagenPrincipal-3476.jpg

Antonia y Melita Abraham volvieron a brillar juntas en un evento internacional, tras ubicarse entre las mejores del torneo en Holanda. Asimismo, el cuádruple varones de los penquistas César Abaroa y Marcelo Medina se metió top 10. 

 

Samuel Esparza Muñoz 
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl

Había pasado sólo un día desde el término de la participación de Melita Abraham en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Sólo 24 horas desde que, junto a Josefa Vila, corolara su estreno en la cita de los anillos con un 17° puesto. Cuando recibió un inesperado llamado.

Era desde la Federación Chilena de Remo, que le tenía la invitación especial para disputar el Campeonato Mundial de Remo Sub 23 en Rotterdam, Holanda. ¿Motivo? La baja de Patricio Barrera, quien no pudo integrar el Cuádruple Masculino a causa de una lesión, con lo que quedaba disponible un cupo. 

Perfectamente ella pudo haberse negado, no por nada venía de una durísima semana en el evento más importante del deporte. Sin embargo, no lo pensó dos veces, ya que la oferta venía con un "gancho" irresistible: competir en compañía de su hermana Antonia.

Así se originó el abrupto reencuentro de las mellizas Abraham en aguas internacionales, que culminó de la mejor manera tras asegurar el séptimo lugar en la prueba del Dos sin Timonel Damas.

Para aquello, el bote penquista se adjudicó la Final B del certamen, con un tiempo de 7:26.88, derrotando a potencias como China, que fue segundo con 7:27.98 y Suiza (7:28.99). Más atrás quedaron otras poderosas escuadras como Rumania y Croacia.

"Lo grité con todo"

Melita Schüssler, madre y la más grande fan de las deportistas, cuenta que madrugó para tener todo listo en su negocio y ver con tranquilidad la carrera de sus retoñas, programada para las 8:05 de la mañana en Chile. Lo hizo sola, encerrada en su oficina, alentándolas con todo a la distancia. También reconoce que los últimos metros fueron de tanta emoción que tras verlas cruzar la meta en primer puesto, no pudo contener un grito de alegría que le salió del alma.

"Por supuesto que no me iba a guardar la celebración. Fue una hermosa carrera y un resultado tremendo considerando cómo se dio todo. La gente no se imagina, pero Melita llegó a Chile el domingo a las 3:00 de la madrugada, Antonia le tenía listo el bote y salieron a remar porque no lo hacían juntas desde hace casi un año. Y después, a las 11:00 de la mañana, partieron a Holanda".

"Prácticamente no entrenaron -continúa- y aún así, rindieron. Hicieron una muy buena marca también, y creo que se debió a que cuando están juntas se potencian", revela.

Orgullosos en casa

En sus respectivos clubes, también celebraron la actuación de las mellizas. Fue el caso de Regatas Miramar, lugar donde ambas se formaron y al que todavía pertenece Antonia. Ahí, su entrenador de casi toda la vida, Gonzalo Álvarez, destacó el nivel alcanzado por ambas. 

"Lo que hicieron es algo grande, competir en la categoría Sub 23 con 19 años de edad y brillar así, es tremendo. No hay que olvidar que vencieron a países muy importantes en el remo femenino, como Rumania y China", sostiene.

Para Álvarez, la clave de este desempeño, es la pasión de las hermanas por el deporte. "Ellas son increíbles, no han dejado de entrenar un día, se lo pasan en el agua. Además que se conocen demasiado, desde los 10 años que compiten juntas y ese es un valor extra", asevera el destacado técnico.

En tanto, desde Llacolén, club al que pertenece Melita, las palabras fueron de elogio hacia su familia por el apoyo entregado a las remadoras. Así lo expresó la presidenta de la institución, Andrea Hernández.

"Ellas son excepcionales, a lo que se suma mucho sacrificio de los padres. Yo creo que parte por ahí el rendimiento de las niñas, como el hecho de tener la posibilidad de estudiar de forma diferente. Hoy los papás del deportista priorizan mucho el colegio y cuando hay malas notas, castigan con el deporte. Aquí vemos un caso diametralmente opuesto, donde el apoyo es incondicional", afirma.

Para Hernández, el rol que en este caso le cabe a la madre es fuera de serie. "Si estas hermanas viven para el deporte, tiene que ver con un sacrificio heredado desde chicas. Un mérito que es de la Melita mamá, que las apoya, que viaja donde sea. Es un ejemplo a seguir, porque lo que estas deportistas están haciendo, les servirá para toda la vida, serán felices en todo lo que hagan", cierra.

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