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El hombre de acero penquista se alista para su gran desafío

Tragos generosos y appetizers correctos se suman a un servicio pensado en todo tipo de cliente.

Por: Diario Concepción 23 de Julio 2016
Fotografía: imagenPrincipal-4393.jpg

Un exigente programa ha cumplido el triatleta en los últimos meses, aunque como clasificó con casi un año de anticipación aseguró que "he podido hacer todos los procesos como se debe".

Ricardo Cárcamo Ulloa
ricardo.carcamo@diarioconcepcion.cl

 

La clasificación al mundial Ironman 70.3 de Mooloolaba, Australia, fue un premio para Moisés Torres. El triatleta logró su clasificación en Río de Janeiro, que coronó un proceso donde dejó atrás una larga recuperación tras un accidente. Y como consiguió este logro en agosto del año pasado, ha podido planificar muy bien su entrenamiento, el que pronto lo llevará a Estados Unidos.

"Como he tenido un año, he podido hacer todos los procesos como se debe. Ya estoy en el último mes, y lamentablemente las condiciones climáticas que hay en Concepción hacen que la puesta a punto no puedo hacerla mejor, y por eso, para llegar en mejor forma, me iré a un clima apropiado, donde podré hacer la natación en lago y pedalear como corresponde, sin estar pendiente si va a llover. Iré a la altura, a Boulder, Colorado", dijo.

Allí, se encontrará con condiciones muy exigentes, que comentó le ayudarán a sacar un mejor rendimiento. "Son mucho más exigentes que las que habrá en Australia. La ciudad está en altura, pues entrenar así es algo común en los atletas, ya que hay menos oxígeno, uno se cansa más rápido. Ya tuve una experiencia así cuando fui a Bogotá hace un par de años y fue súper buena, los entrenamientos cuestan mucho y cuando bajas a nivel de mar se nota la diferencia".

Al respecto, agregó que "otra exigencia será la temperatura, pues allá anda entre los 30 y los 42 grados, la mínima son 24. Eso voy a buscar, la mayor exigencia para llegar lo mejor preparado. En Australia, las condiciones serán muy similares a lo que es Concepción en el verano, con 25 grados, a nivel de mar y con un poco de viento. No es un triatlón como en Río o Miami donde la humedad juega en contra, se está dando todo para disfrutar al máximo esta experiencia".

Junto a lo bueno para su entrenamiento, Torres podrá crecer en otros aspectos, pues indicó que "es la meca del triatlón mundial, el aprendizaje que podré tener como deportista y entrenador será muy valioso. Conocer las nuevas tecnologías, ver cómo entrenan los triatletas más top del mundo. Así que voy dispuesto a aprender y sacar el mayor provecho a estas tres semanas. Luego vuelvo a Chile y parto a Australia. Estaré en Estados Unidos del 7 al 24 de agosto, y a Australia viajo el 28 de agosto".

 

Único de la Región

 

De cara a este desafío, en suelo australiano, Torres se encontrará con otro factor a considerar: el cambio de hora. "Son 14 horas de diferencia, pero creo que no debería influir tanto como los cambios para el otro hemisferio. Es una carrera que tengo bien pensada, y el horario no será un obstáculo. Tengo dos sesiones de entrenamiento al día, mi cuerpo está preparado para afrontar cualquier circunstancia".

Además, señaló que "la competencia es el 4 de septiembre. Son cerca de dos mil triatletas del mundo clasificados, y se dividen en categorías. Yo voy en la de 35 a 39, donde habrá cerca de 300. Han habido varias personas e instituciones que me han apoyado, y estoy contento de ser el primer penquista que representa a la Región en este mundial. Son 34 triatletas de todo el país, y soy el único que entrenando acá irá".

Del nivel de sus oponentes, comentó que "desconozco a los asiáticos y europeos, uno conoce más los sudamericanos pero habrá gente que es prácticamente profesional. Es primera vez que iré a un mundial, lo primero es terminar la prueba, algo que estoy seguro podré cumplir. Tengo más de 50 carreras de este tipo en el cuerpo, así que la distancia no es un tema. Lo que sí está la incertidumbre de ver cómo serán los demás en mi categoría".

Sobre si se pone un tiempo para terminar la prueba, indicó que "a diferencia de otros deportes, en el triatlón las marcas son bastante engañosas. No se habla de récords, sino de marcas porque las condiciones son muy variables de un lugar a otro. Estamos hablando que un mismo circuito, con las mismas dimensiones, cambia el viento o una boya está 50 metros más adentro en natación y altera todo el orden de la carrera. Uno tiene percepciones pero no quiero aventurarme a decir ‘haré este tiempo’, iré a dar lo mejor de mí porque no conozco el circuito".

 

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