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"Tigre" Muñoz sumó 39 rayas en el cuerpo: ahí está su historia

Es muy aconsejable que, antes de que la dinámica electoral se haya instalado, las municipalidades pongan con claridad la manera cómo se emplean y aplican los fondos de la comuna. Hacer una relación de obras, poner todos los datos sobre la mesa.

Por: Diario Concepción 22 de Julio 2016
Fotografía: imagenPrincipal-4431.jpg

Portero de la UdeC es el jugador más veterano del torneo, junto al colocolino Justo Villar. Buen momento para repasar sus inicios, los días con Maradona, la selección y sus múltiples copas. 

Paulo Inostroza
paulo.inostroza@diarioconcepcion.cl

"Cuando debuté el ‘95 en Sarmiento era más volador. Es que volar es el sueño de todos", recuerda Cristián Muñoz repasando esos años cuando tenía apenas 18 y empezaba en Junín. "Fui el primer jugador que salía desde ahí a Boca Juniors. Imagínate. Al Boca de Maradona y Caniggia", repasa el crack de 39 años.

Hoy tiene una pastelería en San Pedro de la Paz. Dicen que el pan de pascua es una maravilla. Sus hijos ya cumplieron 13 años (Ramiro), 11 (Santiago) y 8 (Nicolás). "Han podido disfrutar mi carrera y entenderla, entrar a los camarines, al estadio… Soy un afortunado", señala.

De inmediato, vuelve las páginas atrás nuevamente. Recuerda que "Maradona era una estrella. Debuté contra Newell’s el ‘97, porque se lesionó Abbondanzieri y él estaba en cancha. No lo podía creer. Es el ídolo del país y en cada entrenamiento se llenaba de gente para verlo. Era como un premio a la dedicación. En Sarmiento yo iba del colegio al gimnasio, llegaba tarde a la casa y así todos los días. Siempre he vivido pensando en el fútbol". 

Enumera los cracks con los que compartió camarín y tiene que tomar aire varias veces. "Córdoba, Bermúdez, Riquelme, Samuel, Palermo, Guillermo… Podría estar todo el día. Súmale los compañeros de selecciones juveniles (Saviola, Aimar, Cambiasso). Ganamos títulos y el del ‘98 fue donde más jugué", repasa sacando pecho.

A esta hora, toma los cuadernos para repasar unas materias. Como en el colegio de Sarmiento. Está estudiando para ser director técnico y confiesa que "no me queda tanta carrera y lo tengo claro, pero me encanta levantarme a entrenar. Cuando no sienta esa llama o crea que no puedo estar entre los mejores del país, ahí me retiraré. Por ahora, no".

Y otra vez aprieta el botón del recuerdo. "Jugué 7 años en Boca, quedé con el pase en mi poder y no tenía equipo. Tuve que volver a mi ciudad y entrenar con los amigos. Ahí me llaman de Chile y, sin saber qué club era, digo que sí. Resultó ser Huachipato, conocí a un gran entrenador como Arturo Salah y partió mi segunda carrera. Una etapa muy linda".

Logró 3 títulos con Colo Colo. El "Tigre" cuenta que "fue como volver a Boca. Era el club más popular del país y ahora estaba ganando cosas siendo titular, siendo importante. Lo disfruté mucho. Ahí me desgarré una vez y estuve 3 meses fuera. Fue la lesión más grave de mi carrera, pero no fue tanto. He tenido suerte. Y me cuido mucho. Después de los 30 años tu metabolismo cambia, engordas más fácil y debes cuidarte más. Soy ordenado, porque vivo para el fútbol. Es un poco sacrificado, pero lindo".

Traga un poco de saliva cuando piensa que alguna vez la selección argentina adulta parecía su próximo paso. "No clasificamos a los Juegos Olímpicos y ese golpe tan duro me pasó la cuenta. No solo a mí". Es una espinita indudable, pero se oye orgulloso de su carrera. Feliz de su familia y de tirarse al suelo en el barro de cada mañana. Como a los 18, cuando solo soñaba con volar.

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