El ex comandante en jefe del Ejército deberá pagar una fianza de $300 mil, para acceder al beneficio.
Club Social morado se reconoce como un ejemplo de la recuperación de su institución de las manos de gente que viene a hacer negocio y no responde a los descalabros financieros. Día a día son más los que se suman a la idea.
Paulo Inostroza
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En la misma mesa, Víctor Tornería con la camiseta lila del ‘99, el presidente interino de Linares vistiendo el buzo de su institución y Cristián Ferrada representando al Club Social de Naval. Nada de rivalidades tontas. No es momento. Al llamado de uno, respondió el otro y terminaron juntándose en un café penquista. Conversando de sus distintas realidades y problemas no menores, pero también entrando en razón que en esta pequeña reunión puede estar gestándose algo grande: muchas instituciones quieren tomar la misma bandera de D. Concepción y no someterse a cualquiera que venga a hacer negocios turbios con su club. Que el hincha tenga voz.
Tornería, presidente del Club Social lila, explicó que "se contactó con nosotros la gente de la Corporación de Wanderers que, junto a los del Club Social de Colo Colo estaban trabajando en la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas y dijeron que nos reuniéramos en el sur para formar parte de esta mesa. En Santiago, está Mauricio Luengo participando de esta instancia y es importantísimo, porque los 32 clubes tienen realidades de conformación distintas… Como Huachipato, que se concesionó indefinidamente o Lota, que lo están vendiendo como si fuera un auto y el que tiene 100 millones se lo lleva".
El representante morado advirtió que "estamos compartiendo experiencias personales y buscando clubes que se unan. Me llamaron desde Angol y Malleco quieren sumarse. También estamos en contacto con alguien de una agrupación autónoma de Ñublense y un chico de Huachipato quedó de llamarnos. El domingo me junté con Wanderers y hay muy buenas ideas para recuperar los clubes sociales. Tenemos que armar un conglomerado y que la Anfp se dé cuenta que sus socios somos nosotros. Tiene que haber un canal de comunicación y ver cómo podemos aportar a cambiar la ley".
Y el asunto toma forma, qué duda cabe. "Hace dos semanas hubo un conversatorio en Santiago y quedó la sensación de que estaba todo listo y no había mucho que hacer con la ley, pero la de ayer (martes) fue distinta y propusimos que se haga un diagnóstico de todos los clubes y que exista una ley que pueda ponerse a prueba con cada uno de ellos y que todos se vean resguardados. La gente de Wanderers propuso una asamblea nacional para septiembre. Todos están avanzando en esta reactivación de clubes sociales y veremos hasta dónde llega todo esto", señaló.
Vecino y amigo
Ferrada tiene una postura similar desde un club que tiene sus propios problemas. El presidente del Club Social navalino apuntó que "Naval ha descendido dos veces por problemas administrativos. No queremos que eso vuelva a ocurrir y para eso hay que darle un orden fuerte a la sociedad anónima. Son 72 años que no se pueden tirar a la basura y la gente debe sentirse importante. Por eso estamos conversando a fondo sobre la nueva ley de sociedades anónimas y ver qué cambios hacer".
El directivo agregó que "en su origen, el Club Deportivo Social de Naval tenía el 99 por ciento de las acciones y cuando llamamos a elecciones, el 2015, nos dimos cuenta que solo teníamos un 35 por ciento, cosa que hasta ahora no nos cuadra. No sabemos en qué momento se vendieron las acciones. Reconocemos que la Sociedad Anónima ha mantenido vivo el equipo, pero esto no puede seguir eternamente así".
Ferrada detalló que "tenemos 250 socios al día, creamos la rama de futsal y ahora la de fútbol femenino. Con Fernando Rojas nos hemos juntado en 3 ocasiones y la relación es buena, pero siempre quedamos en que una persona no se puede llevar el peso de la sociedad. Sentimos que el hincha quiere un cambio radical. Eso significa crear una sociedad nueva o ponerle un orden de verdad a la que tenemos".