Se trata de la muestra “La isla de las palabras rotas” de la artista Daniela Meliantulafken, la cual se despliegará hasta el 5 de junio en Balmaceda Arte Joven sede Biobío, y que a la vez se inscribe como la exposición que abre la temporada 2025 de Galería Activa.
Desde ayer y hasta el próximo 5 de junio, estará montada en el espacio expositivo de Balmaceda Arte Joven (BAJ) sede Biobío, la muestra “La isla de las palabras rotas”, de la artista visual Daniela Meliantulafken, la cual trata sobre una investigación en torno a Isla Mocha, abordando la flora de dicho terriorio insular, centrándose específicamente en la nalca (ngalka).
Así la exposición da cuenta de un proceso de búsqueda y deseo del habitar y pensar como esta planta, siendo presentada desde diversas dimensiones. En primer lugar entendida como testigo de las historias que atraviesan del continente a la isla. Y también, se insiste en la nalca como matriz, contenedora y formadora de posibilidades. Y a la vez, como comunidad, es decir, un gran pangal propulsor de la vida.
En palabras de la propia artista, y el por qué trabajar específicamente con esta planta es debido a “que está vinculada al conocimiento mapuche. Yo soy mapuche huilliche, habitante de territorio lafkenche, me vinculo desde el 2018 con Isla Mocha. Es una planta propulsora de vida, ya que se sitúa y crece en suelos hostiles y es un cuerpo vegetal autónomo, o sea, crea su propio nitrógeno para poder emerger e insistir en permanecer, lo que hace nutrir los suelos y que germinen otras especies propiciando una vida en comunidad. El insistir en trabajar con la nalca es sentirme nalca, el haber vivido un amor nalca, presenciado por la nalca, me interesa trabajar con esta planta como testigo, matriz, entramado comunitario”.
En cuanto al sostén argumental y de dónde viene el origen o génesis de la muestra, Meliantulafken dijo que “”La isla de las palabras rotas” corresponde a una publicación del año “97, que es una investigación de dos antropólogos quienes se sitúan en la isla -Mocha- y levantan esta investigación desde distintos lugares, o sea, desde lo antropológico, político, social, geológico y natural. Aborda los distintos procesos que ha llevado esta superficie de tierra, en relación también a los primeros habitantes. Tomo esta investigación y título, y propongo a la nalca, planta prehistórica y endémica de wallmapu, como testigo y observadora de todos estos procesos de tiempos humanos y geológicos”.
La exposición en sí se compone por una secuencia e investigación fotográfica pictórica de la nalca. Imágenes que rondan en torno a esta planta a través de la cianotipia, “esta técnica me permiten utilizar esta planta como matriz directa -fotografía por contacto directo- y también hay fotografías en análogo en blanco y negro. Lo que hice fue virar, posteriormente, las imágenes porque el cianotipo permite la creción de imágenes fotocromáticas en azul cián, pero también hice extracciones de pigmento de las hojas de la nalca, modificando el color y llegando a distintas tonalidades. Despliego todas las pruebas y el proceso de creación de las imágenes en la sala, o sea, es una muestra que también se articula en mi experiencia como artista educadora, ya que está dispuesta a trabajar desde la educación artística, que exista un diálogo con las personas y comunidades que la visiten. Es crear un puente entre Isla Mocha y el continente, con Concepción y específicamente con Balmaceda, propulsora de instancias formativas”.
También, y de manera complementaria a la muestra, se exhibe el libro “Entre esta vida y la otra”, escrito y creado por la artista hace un tiempo atrás.
“Es una invitación a que las personas se “sientan nalca”, a comprender cómo se relaciona con las otras especies, a ser colaboradora, o sea, generar un trabajo colaborativo y ser generosa, es lo que también resalto de esta planta, que claramente es lo que yo veo como humana”.
Si bien no hay nada concreto en cuanto a itinerar la exposición por otros territorios y latitudes de la Región, es una posibilidad que le entusiasma a la artista y hará lo posible para que ello ocurra, “sí hay un compromiso con la Biblioteca Nacional que “La isla de las palabras rotas” llegue ahí”, cerró.
El montaje, que cuenta con la curaduría de Valentina Izquierdo, es el primer seleccionado por el emblemático espacio penquista para ser partícipe de su programación a través de la convocatoria Galería Activa 2025, que invitó a postular a exponentes menores de 35 años para que integren su programación anual. La instancia seleccionó además las propuestas de la artista local Sofía Bernasconi, y de la dupla Valentina Killman e Isis Fuentealba, entre otras siendo un total de 7 las muestras que se contemplan para la presente temporada.